Hoy también hay niebla
en la barraca el mendigo tiembla
la seca hierba el beso del rocío retener intenta
apenas brillan en el camino las luces que al sol envidian
se repite la misma sonata en las gargantas cansadas
mientras en la jaula revolotea
las cuatro estaciones ansiando liberarse
El ladrón del fuego
en la horca ahora sus pies balancean
serpentean la lágrima en su ajena tez
se hunden las viejas silabas
con su fatuo cariz
en marmóreas tumbas
Se empujan los pasos lejos de las sombras
el alfabeto florece al salir del claustro
el camino se viste de verde
la noche se convierte en aurora
Xiomara Beatriz.