Brookeshaden
Las agujas del reloj suspiran acosando el convulsionado tiempo
la teja gotea el agua pues con languidez escapa entre los surcos
el campanario tañe con ternura sacudiendo las aves
que aun permanecían acurrucadas por la desquiciada tormenta
el lúgubre sudario de las sombras es vencido por la aurora
en mi cabello destila el aroma de los sueños sobre la almohada
va royendo sin compasión la luz del sol en la habitación
pero aun continuo tras la cortina de la ignota realidad
donde las piedras reconoce mis huellas...
Voy vagando entre soles que se anclan entre verdes matices
ellos se despliegan sonrientes entre vaporosos aromas
estos se difuminan en rendido culto a los silenciosos amantes
que en el rio vierten sus fantasías
como se lanza un guijarro en la infancia
mientras el oro de las hojas ondulan inquietos como pequeños fuegos
el granate de los frutos claman ser alcanzados por místicos pájaros
una casa es construida con palabras que cantan melodías encadenadas
formando el poema mientras el viento se cuela
creando puertas y ventanas
el techo es espejo donde las nubes sonríen coquetas o con desasosiego
cuando funerales lejanos se apoderan del cielo
y cuentas de collares fríos
se desploman para ser arrulladas
por la tierra que tiernamente las acuna
desalojando su melancolía...
Se mecen en ondas el misterio detrás de los postigos
despojándolo del sopor suspiro al verlo con la claridad del manantial
una voz lejana se acerca va creciendo su energía
me ronda con su vehemencia el vestido azul se ilumina
roció de amor es su cálido fulgor se escapa la ilusión de los sentidos
mi cuerpo se torna sutilmente poroso
murmura acordes ya escuchados cuando la luz lo invade
me siento tan amada como la hoja al recibir fuente de la savia
conmovida como niña extraviada que llega por fin a casa
me dejo mecer por los ecos de la música del corazón
los limites es un espejismo que solo ha sido tatuados
por la sed del mundo de poseer el agua
con sus manos...
El rio se conturba
los pájaros amarillos vuelan
la melodía deja un talismán en mi pecho
siento la torva sensación que debo volver
el circulo de la cabellera azul
se motea de ocres...verdes
de risas...lagrimas
pavor...amor
sed...saciedad
lo miro alucinada
oleadas de calor desvanecen el sueño
pero aun siento el aroma florido
con el que baje apretándolo con fe
a mi pecho...
Xiomara Beatriz