Resuena bajo el vetusto árbol una balada de invierno
el gélido viento como ola invisible va levantando las cortinas
el tiempo del presente me saquea con alas de arcángeles
tiembla el corazón ante el conjuro del destino
en una galería de letras como alondras de brioso aleteo
viajabas al igual que yo en los sueños
en tu irreal sombra me fije
en los nubarrones que coronaban tu incorpórea faz
tus ojos desiertos de dulces melodías
la noche solitaria que deseabas para siempre abrazar
y
tuve curiosidad
Mi alma iba marcando el sendero en el transido poema
para poder regresar de la trovadora ciénaga
carcajada de niño como soplo luminoso
entre el babel de versos escuche
desnudando el cielo de un insólito mundo
el sol en su radiante cuna me sonrió
cantaba sus sueños locos con voz de tenor
la gravosa carga dejaste olvidada
para correr tras mis pies descalzos
decorada de travesuras fueron tus sonrisas
éramos felices cuando del luto te despojaste
El cuervo picotea con un extraño ruido el cristal
el impaciente tiempo me alcanza de nuevo
sonrió ante los recuerdos que pueblan mi mente
mi espíritu está feliz de haber viajado en tu alma
la estancia de tu presencia iluminada está
el dolor de la distancia en mi no tiene cabida
pues bajo tus letras he conocido
tu verdadera Navidad.
Xiomara Beatriz