Madalina Lordache
La colmena de sueños
esta desconcertada
ya no cantan las
palabras
fueron degolladas por
el silencio
el tiempo ya no
ronronea
asesina…
Se husmean los
atormentados cajones
ocupados por viejas
entrañas
se miran al espejo
una piedra ocupa sus
bocas
la noche araña sus
ojos
cae la lluvia…
Xiomara Beatriz.
12 comentarios:
El tiempo, asesino del crimen perfecto. Su cómplice, el silencio. Ambos dejan su huella sin ser nunca vistos en las noches arañadas...
La reina de la colmena escribe versos casi tan bellos como ella.
Besos.
La colmena de sueños esta muy descncertada. Un beso
Creo que es el mas lucido poema que te he leído, quizas exagero, pero es brillante
mi beso
CERCENA TANTA MELANCOLÍA.
UN ABRAZO
Regresas bien inspirada amiga Xiomara,
siempre un placer leerte.
que tengas una buena semana.
un abrazo.
Curioso...en estos días yo escribía una canción que dice algo así como que...
"El tiempo es un vampiro inescrutable
que alarga la agonía del iluso
matando lentamente al recto y al obtuso
y no hay defensa ni virtud que lo disfrace"
Hermosa tu voz y tus letras
Se feliz
El tiempo de sueños que navega entre sombras y tormentas rasgando las emociones.
Me encanta tu poema Xiomara.
Un beso.
Xiomi querida:
¡Qué alegría! me has regalado poeta. Tiempo que he estado desaparecida, y al parecer tú también lo has estado; pero aquí estamos...
El tiempo, el tiempo, amiga se desintegra en el espejo. Nos miramos, creemos ver un reflejo; pero ese latido transitorio, es efímero, porque el tiempo es el verdadero dueño de la verdad...
Un beso.
precioso poema, aunque como yo digo el tiempo no asesina solo diseca y ordena todo lo que ya, no nos queda
Siempre he creído que el tiempo nos asesina para darnos la oportunidad y experiencia de la resurrección. Logrado poema.
Un abrazo.
El desconcierto de ir quedando sin sueños y, los viajes van desapareciendo en el tiempo que atrapa en el sendero del mismo día de cada día... Tan lejos de avivar el fuego bajo la lluvia... y el cansancio gana
Esperando al amanecer que traiga un nuevo día.
Un fuerte abrazo Xiomara!
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