Anka Shuravleva.
Al cerrar los
ojos
otra pagina se
escribe
una diferente
realidad discurre
oigo mis pasos cerca
de la brumosa ciénaga
donde existe
milenarios cipreses
el viento parece
gemir y a ellos acuden los cuervos
mientras la
niebla devora el día con sus alas grises
en la confusión huele
el otoño como azúcar quemada
unos ojos me miran
hambrientos
en el descanso
del poema
el ave de pasión
sublevada
en la calle vacía se eleva
El miedo roza la
espalda
las pisadas
huecas retumban
la fría humedad
con la piel choca
el rosa en su
cautiverio tiembla
el encuentro del
desencuentro me adivina
y el silencio
pierde la balanza
se inscribe la
tristeza en el deslucido techo
la hija de nadie
pierde su primavera
se enciende el
invierno con el ocaso a cuesta
liquida como la
tristeza convulsiona en la piedra
en la calle Bourbon por el mortal pecado no rezan
Los labios van
perdiendo su luz
un soplo
vagabundo no alcanza la puerta
el tren despide
la siniestra sombra
la mano toma la
realidad que se levanta rota
relampaguea en la
esquina donde nadie espera
y en la vitrina
se refleja el alma de escarcha
que con avidez
ahora la viste .
Xiomara Beatriz