jueves, septiembre 15

La desconocida garganta.

Xiomara Berrios


Sonámbula 
cuando a la noche hiere
el filo de miles de cristales
las barandillas aun vomitan el festejo
la luna aguijonea los corrompidos colores
que cuelgan como agotados apéndices descuartizados
mientras las sombras enturbian el sendero
como aves de mal agüero

Disecadas palabras visten las paredes de lisonjas
un zapato olvidado intenta resucitar sobre el pavimento
se agolpa el olor de borrachera en las esquinas
el silencio acribilla la piel con el pico de sus fusiles
los ojos  del gato traspasa la penumbra y me asusta
en ellos se refleja la ampolla de los cíclopes nocturnos
que guían los tumultuosos pasos
con los que amotino
los desgastados
adoquines

Huyen los sueños a través de las desveladas ventanas
debajo del puente acechan simulando estar dormidos
los trajes de cocodrilos que cargan las huellas robadas
el río ajeno de todo observa la percusión de los astros 
mareado de desaires le da una vista aterradora

En el cuello se clava un brusco sobresalto
la equivocada travesía desata el pavor
en la sonrisa ahora aniquilada
cuando mi mano se aferra 
al funesto acero que se hunde
en el jadeo de la desconocida garganta
nos miramos de manera extraña
mientras comienzo a escribir
con respiración entrecortada
este siniestro poema. 

Xiomara Beatriz