sábado, noviembre 27

El arte voraz de tus versos...


Vamos entre la vida y la muerte
a veces sordos ante el canto del alma
retándonos siempre con la mirada de fuego
cerrando y abriendo ventanas
suspirando cuando nos respiramos
siempre en plena combustión de amor
locura y ternura...
de mis pecados eres el mas divino
pues juntos desnudamos la poesía
nutriendo la trova de lenguaje
de sombras y luces
aves en exilio
eso somos...



Sabes que mis labios siempre buscan las márgenes de tu boca
aun en las tinieblas de tu embriagadora nitidez se deslizan
en la desierta suavidad de la piel de tu rostro
bebiendo vehemente de tu aliento
mientras detrás del cristal
sigue sonando la melodía de la lluvia
los sentidos se sumergen en el soplo de la avaricia
cuando tu velero navega en la ensenada estremecida
del embeleso y locura
que por ti alberga...



Aurora y crepúsculo así coexistimos
entonando con erupción salvaje los torrentes de versos enlazados
con los zarpazos profundos que liberan el grito ahogado
de la pasión pues ella se quita el velo del sofisma
cuando mi alma toca tu piel
la pagana música de tu fuego
habita mi templo
con el voraz incendio
de tu amor...


Xiomara Beatriz

jueves, noviembre 25

Ven conmigo ...

Brookeshaden


Las agujas del reloj suspiran acosando el convulsionado tiempo
la teja gotea el agua pues con languidez escapa entre los surcos
el campanario tañe con ternura sacudiendo las aves
que aun permanecían acurrucadas por la desquiciada tormenta
el lúgubre sudario de las sombras es vencido por la aurora
en mi cabello destila el aroma de los sueños sobre la almohada
va royendo sin compasión la luz del sol en la habitación
pero aun continuo tras la cortina de la ignota realidad
donde las piedras reconoce mis huellas...



Voy vagando entre soles que se anclan entre verdes matices
ellos se despliegan sonrientes entre vaporosos aromas
estos se difuminan en rendido culto a los silenciosos amantes
que en el rio vierten sus fantasías
 como se lanza un guijarro en la infancia
mientras el oro de las hojas ondulan inquietos como pequeños fuegos
el granate de los frutos claman ser alcanzados por místicos pájaros
una casa es construida con palabras que cantan melodías encadenadas
formando el poema mientras el viento se cuela 
creando puertas y ventanas
el techo es espejo donde las nubes sonríen coquetas o con desasosiego
cuando funerales lejanos se apoderan del cielo
 y cuentas de collares fríos
se desploman para ser arrulladas
 por la tierra que tiernamente las acuna
desalojando su melancolía...



Se mecen en ondas el misterio detrás de los postigos
despojándolo del sopor suspiro al verlo con la claridad del manantial
una voz lejana se acerca va creciendo su energía
me ronda con su vehemencia el vestido azul se ilumina
roció de amor es su cálido fulgor se escapa la ilusión de los sentidos
mi cuerpo se torna sutilmente poroso
murmura acordes ya escuchados cuando la luz lo invade
me siento tan amada como la hoja al recibir fuente de la savia
conmovida como niña extraviada que llega por fin a casa
me dejo mecer por los ecos de la música del corazón
los limites es un espejismo que solo ha sido tatuados
por la sed del mundo de poseer el agua
con sus manos...

El rio se conturba
los pájaros amarillos vuelan
la melodía deja un talismán en mi pecho
siento la torva sensación que debo volver
el circulo de la cabellera azul
se motea de ocres...verdes
de risas...lagrimas
pavor...amor
sed...saciedad
lo miro alucinada
oleadas de calor desvanecen el sueño
pero aun siento el aroma florido
con el que baje apretándolo con fe
a mi pecho...


Xiomara Beatriz

martes, noviembre 23

Dime si dejaras que se aleje ...



Me gusta la penumbra que me cubre esta solitaria noche
el farol que con dejadez hace flotar la luz como un vaporoso vestido
aroma a melancolía todo lo puebla como velo tenue embriaga la noche
la luna con su hechizo de quimera se enrosca penetrando mi alma
habitándome con entusiasmo igual que a la rosa enraizada en el jardín
donde una gota de roció recorre lentamente el pétalo
mientras el haz de luz con devoción la observa...




Dime si ahora te convertirás en recuerdo en el álbum viejo
en ese suspiro ahogado que escapa raudo del bosque
lleno de extrañas melodías que te asustan
como el narcótico amor que no te atreves a probar
me refresca el viento el cuerpo mientras en ti pienso
un faro se vislumbra en el horizonte
ondeando luces al nocturno navegante
en espera de la aurora marina
que tiñe de mil fuegos
el cielo...



Abro los brazos preguntándole
 a la ráfaga que me atrapa
y al vestido lo llena de angustia
 al saberse como alas de ave en vuelo
nos desvaneceremos junto a la niebla?
cuando el sol nos desnude de su muselina misteriosa
dime tu si el nudo se romperá 
con las palabras vertidas en áurea calidez
si olvidaras mis cabellos de hojas que suspiran ternura
si dejare de coser poemas en tu corazón
tratando de suturar abiertas heridas
me zambullo en el mutismo
de la pálida flor
pero mis ojos
siempre hablaran
de lo que mi alma
por ti siente ...

Xiomara Beatriz


viernes, noviembre 19

La canción que hechizo la noche...

Pejman Biroun


Un canto sonámbulo entre la arboleda
al corazón llega con rumor cadencioso
la luna en silencio consume las distancias
el fauno se asoma entre las sombras de los arboles
sus ojos brillan arrogantes sabiéndose vencedor
él saborea el amor como el de una tentadora manzana
que palpita de deseo en su garganta al igual que su corazón
va retumbando en las oscuridades propagando su mágico ardor
por la ninfa que canta versos bajo la luna que la acompaña
alumbradola con su hechizo sin remordimiento
mientras ella en silencio siembra una campiña
de sentimientos en el alma...



Aliento vagabundo sopla en el cuello de la musa
tras él coronar sus cabellos de mirtos
su sangre salvajemente ella la siente
cuando encuentra su cálida mirada
que la atrae con ímpetu al presagio de amor
mientras la rodea por la cintura como un rio a la roca acaricia
pulsando las notas de pasión en la piel ofrecida como cuerdas...




Entrecierra los ojos en la nube del dulce ensueño
mientras el ronda su boca con la suya con aura desconocida
resbalando sus dedos hasta el valle que se puebla
de suaves susurros con aleteos de mariposas
desde donde los altares del huerto emanan esencias de flores
seduciendo aun mas a el ave enardecida
que vuela cargada de semillas de pasión
mientras el madrigal desgarra con su voz ardiente
el velo de la noche...

Xiomara Beatriz