viernes, enero 28

Estaba escrito...



Amante de los claustros
glorifica las semillas de la vida
con el fuego del tizón
de cuyo arrebato se van calentando
las humedecidas criptas
atravesando los postigos
bajo el nocturno rayo de la luna...




Sangre que habita encendida
en los labios como amapolas
cual ave de rapiña
él quiere con lujuria
al sol negro devorar...

Giran los inciensos
con sus astrales deleites
reveladores de la orgía
que va estremeciendo a la ofrenda
en sus singulares oquedades...


Mientras la sombra escapa
temerosa del albor que se irradia
cuando los tesoros secretos
son salvajemente fondeados
pero como bestia regresa
a saborear de su presa
del estío que ella desprende
y enajena por completo
sus salvajes sentidos...


Mientras mi mano escribe estos versos
él ya versa lentamente sobre en mi nuca
buscando dejar el papel de mi palabra desnudo
ansiando escribir con su boca en el fragor de mi erizada piel
mientras la vestidura se rinde ante sus manos
deslizándose al piso
con total libertinaje ...

Xiomara Beatriz

lunes, enero 24

Atrapado en el Otoño...


Michal Macku...Glass Gellage..




Se respira el azul en la orilla...tu alma desnuda se zambulle en el mar... tu mirada respira entre el banco de coral...arrastras tus talones desnudos...la arena se dejar ver como una nube...detrás de ella...hay un jardín que aparece delante de ti...vestido de los matices más extraños de los ya conocidos colores...el silencio de tus labios...es el eco de la marea...como un campanario que en todo resuena... tres mujeres...van apareciendo una a una...en el espejo de sus ojos... al verlas crees reconocerlas...tropiezas...caes en un abismo sientes que florecen ternuras para tu caída amortiguar...intentas aferrarte ansiosamente a la llave de tu corazón...esa que desde hace tiempo la llevas escondida ...pero aterrado te das cuenta... ya no está en su lugar...


Te sorprendes cuando un pájaro vuela...estremeciendo el follaje cerca de ti...ahora ya no hay mar...ni incierto abismo sino un bosque...nada te parece real en el mundo que ves...al menos eso piensas...no puede existir tan turbadora belleza...te das cuenta que en cada paso que das...decides que inundara tu entorno...si piensas primavera...un aire suavemente cálido se devela por doquier...brotan los aromas...inhalas la naturaleza con intensidad...te sientes flotar en su dulzura...acariciado por la fresca brisa...que a la vez son suaves risas de alegría que se cuelan en tu esencia llena de amor...


Luego titubeas...te invade el temor como el parpadeo de un semáforo a punto de cambiar su color...comienza el invierno a emborrachar el paisaje...la esquina donde antes jugaban los verdes... ahora está la helada nieve viciándolo todo...pareciera que en una blanca guerra azoto salvajemente el entorno...pero no quieres escapar de la soledad del invierno...súbitamente te aturde el frío...das apresurados pasos con angustia...se hace pesado el caminar...cierras fuertemente los ojos...


Los abres de nuevo...ahora miras el cielo que te hechizan al ver nacer los dorados en el alba...se escucha el rumor del ardiente verano...hay clamor en la miel de la piel...laten paraísos en ella...amas...te aman...miles de sensaciones experimentas...te inunda del éxtasis de la pasión...pero de pronto...arrastras la mirada...hay una mesa olvidada...donde reposa una carta...no quieres ir allí...miras a otro lado...pero ella te susurra con su luz...tus dedos aun manchados del ardor del estío...dudan si abrir la misiva...mientras lo haces...van apareciendo letras acostadas sobre el blanco...curiosos tus ojos con audacia siguen la tinta elegantemente delineada...hay una sola pregunta en ella...la lees....como bebiendo gota a gota ...de un el licor que te hace despertar...



Miras fijamente el espejo que aparece frente a ti...recorres el cristal de arriba abajo...ya no hay bosque...ni playa de verano solo una estrecha habitación...brama la pregunta en tu corazón...perplejo vuelves a mirarte en el espejo...ves la respuesta a la pregunta...POR QUE NO NOS DEJAS ENTRAR ?...colgando en tu rostro...perplejo te das cuenta que llevas atrapado el otoño en tu corazón anochecido...

Xiomara Beatriz

viernes, enero 21

Los bucles del viento...


Eduardo Chillida " Peine del viento"... fotografia de Alberto Ríos Mosteiro


El batir incesante de los bucles del viento me sosiega
partículas del agua estallan penetrando en mi sedienta piel
el doblar de una campana con frenesí resuena en el pueblo
miro el azul del cielo donde aun reposan los blancos almohadones
las palabras vuelan y yo con ellas
 alejándonos de la arena fina de la orilla
el lenguaje de los sentimientos galopa aprisa
 hacia la cúpula de los ensueños...



Mutación detrás de los espejos
cuando el alma con su esplendor lo penetra
complicidad de las hojas del sauce que llenas de felicidad  se enredan
flotando como decorado del contorno del lecho
el sondear lento de tus toscas manos
 sobre la túnica apenas perceptible
como sol naciente buscando las curvas de las voluptuosas colinas
ríos de sentimientos se descubren en tu estremecida mirada
se mezclan los aromas pues ellos hablan en su propio idioma...



Pretendes descubrir el enigma
al perfumar mi cuerpo con tu cálido aliento
en el frenesís ciego de tu voraz deseo
osadamente los limites delineas
hasta llegar a los bosques hendidos...


Mientras la garganta feliz suspira
cuando la explosión del ardor que se suscita en el fondo de la bahía
al sentir la fogosidad de tu suave mordedura en el borde de mis labios
mientras depositas al sur la enloquecida vehemencia
de tu dulce veneno tras ganar la batalla
 luego de azotar los sentidos del embriagado amor
ese que nos posee y nos transporta al templo
donde habita la ígnea diosa...

Xiomara Beatriz

lunes, enero 17

Ceguera de mil años …





El... Estoy ciego, siempre ha sido así. Los días se suceden igual que noches eternas, donde mi existencia, es un sosiego silencioso sin una luz temeraria que ilumine mi camino...


Ella... Veo que aun la noche le implora a él tibio albor retardar su llegada, pero las aves están hambrientas en la vecina rama, se escucha el canto nítido de un ruiseñor .El sol va ascendiendo consumiendo las sombras, mostrando los senderos tantas veces recorridos, me gusta pasear por el muelle al comenzar el día, ver la ola que estalla en la roca.

El...Pienso, no, ¡oigo! a una mujer acercarse. Sin conocerla sé que no es blanca o pálida y tampoco morena. En cambio aporta el color de  la luna irradiada y su belleza se percibe como un aura inconcebible…
Pienso.... y el temor se adueña de mí unos instantes, tal vez cuando llegué a mi posición pasará de largo sin siquiera prestarme atención, y no volveré a verla nunca, sumiéndome de nuevo en la prematura oscuridad.


Ella...Recuerdo el trébol de cuatro hojas que encontré en mi sueño, allí iba descalza como la aurora acompañada aun por el manto de la noche, caminaba como ahora hacia el mar, frente a él cerraba mis ojos, la luna ya sabía mi deseo y cómplice se reía, la brisa se contenía de envolver mi cabello, pedí el deseo y de pronto embelesada me encontré en otro lugar...que no era cielo ni mar...habían mil soles o seria el fulgor de banco de corales.



El...Estoy de pie, junto al árbol, y puedo sentir sus tacones de aguja; su paso seguro; apenas vacila; su andar ¿melancólico?
Mis ojos contemplan su espíritu como si estuvieran abiertos y vivos,

no deseo que ella se dé cuenta...



Ella...Miro el hombre cercano a mí de nuevo, allí sigue de pie en el frondoso árbol con aroma a primavera, quizás espera a alguien mientras mira hacia el horizonte ensimismado, sus gestos algo buscan, el frió aun se cuela en el ambiente, cierro mi suéter. Y vuelvo a mirar al inquieto hombre él parece querer escuchar mis pensamientos?...


El...Se ha detenido a tan solo unos metros... Estoy ciego y puedo verla con tal claridad, ¡como si estuviera ante mí! Su respiración entrecortada, la sensibilidad de sus movimientos precisos, casi calculados, guían mis sentidos hacia su ser…

Ella... observo como el sol quiere ya alcanzar su trono, voces cercanas llegan con la brisa, me  dejo llevar por el estallido de los colores, Y recuerdo de nuevo la libertad que sentí en ese mundo de mis sueños, donde los vocablos eran las hojas de los arboles, algunas cuando mis dedos las tocaban se transformaban en mariposas que se sacudían las alas llenas de felicidad. Un perro paseaba placenteramente en su pelambre llevaba poemas que iban cambiando a medida que el avanzaba, mire el alba y esta se sujetaba del horizonte como ropa en el tendedero y cada vez que la brisa la acariciaba exhalaba toda su  policromía...


El...Poco a poco, con la cautela de un científico que no desea que su admirable descubrimiento se eche a perder, me dejo caer arrastrándome sobre la corteza del árbol, y me acomodo sobre la fresca hierba del suelo.
Sin embargo, hay algo que no alcanzo a dominar. ¿Sabrá ella que aún sin siquiera mirarla, la estoy observando? ¿Sentirá mi respiración agitada mientras yo recibo su aroma a esperanza, sus vahídos sensibles y dúctiles? No sé de donde viene, ni quien la creo. Apenas sé nada... de ella. Para mí ahora es una estrella naciente, y no dejará nunca jamás de crecer ante mí...


Ella... Aun recuerdo a el hombre que paseaba susurrando trovas igual que las aves  cuando surcan el cielo o serian peces? ...Luego me asome a una ventana, y lo vi de nuevo , con el rostro con el cielo cautivo en el paisaje de sus facciones, como rememorando un profundo beso, pues sus labios aun temblaban anhelantes, estaba con su traje de buzo aun correando agua de mar sobre las sabanas, pienso que extraños son los sueños, en ese momento me volteo por el ruido que hace al deslizarse sobre la áspera corteza del árbol el hombre parado junto al árbol , Y me quedo sorprendida pues el rostro que vi en mis sueños...aquel que susurra igual que las  aves era igual al hombre que encontré  parado cerca del árbol...

Xiomara Beatriz José Fernández del Vallado Enero 2011.