domingo, noviembre 20

El día festeja el poema...






                                  La verdad del amanecer pincela de oro todo lo que toca
los espíritus nocturnos huyen mientras el día festeja el poema
las ramas del árbol de magnolia desprende su perfume
el día me despierta con un beso
fluye la vida…

 La nube inquieta quiere
debajo de su enagua atrapar al sol
los dedos de las ramas sacudidos sobre la ventana
parecen tocan una melodía que me mantiene cautiva
el viento levanta vuelo de abajo hacia arriba
incendiando el follaje de caricias
se hila la miel del alba
bordando la piel…

 Secretas cerraduras se abren
el lienzo es cubierto por caudales de colores
mariposas vuelan en la espalda
se ilumina de pasión el revés del alma
el altar se desborda
ronronean las estrellas en el sur
estalla voraz la primavera en la hoja del otoño
mientras la impaciente aurora se adueña
 de los bosques hendidos.


Xiomara Beatriz




domingo, noviembre 6

Las horas de clausura...


                                        Александра Кириевская

Ahora que estoy en otras tierras
sigo con esta sed
mi pensamiento se eleva
escapan las letras de mis manos frías
la hierba escucha atentamente mis suspiros
los pantanos adquieren  belleza
me conmueve el ocaso

El gélido viento hostiga la cabellera roja de los arboles
las hojas desfallecen en el camino con un grito de color
el silencio comienza a ser prostituido
un ave curiosa en la rama me contempla
los sonidos de la naturaleza se asoman
como vocablos esotéricos
ante mi

El sol quiere escapar
las horas de clausura todo lo amenazan
habita presuroso la cercana nube
como un  libertino amante
se cuela bajo su atavío sin pudor
arrebatándole su nívea inocencia

Ya casi  se comienza a correr la cortina negra
murmuran las estrellas
los dedos repasan el relato
los vericuetos dados
rebosa vida al tocar las teclas
los pensamientos se transmutan a signos
impregnado mágicamente el vacío
confinada a otro mundo
lejos del caos
me siento libre.

Xiomara Beatriz

domingo, octubre 16

Requiem para la tristeza ...



Александра Кириевская

Pasa la gente indiferente con las manos vacías
o serán sus almas perdidas en la nada
las flores no consuelan mi camino
extraño el rompiente del mar
su locura vagando por mis sentidos
la lluvia se ha apoderado de todo
esa que sostiene la vida
que no es turbulenta
ella intenta lavar mis tristezas
a pesar de emboscar el azul
y enrejarlo en una cueva centelleante
masacrando su color


Se acumula la belleza en este vagar
pero no me llega su lenguaje
me tortura el limpio hormigón
el gesto altivo de la ciudad
como se consumen los días
un cisne con su blancura 
parece un sueño
creado para profanar
el cuadro ominoso
con su luz


 Espejos…espejos en movimientos 
pozos de eternidad que me invitan a contemplarlos
narcisos apoyándose en su argumento
intentan vanamente de usar las estrellas como espejo 
un rostro antes extraviado me sonríe con el mar de su alma
una poesía sube presurosa una colina para besar el cielo
suspiros atraviesan fronteras desdeñando la distancia
mientras el amor como flor hermosa en el lecho del universo
sigue enviando un diluvio de notas luminosas tejidas al viento
cantándole al ave…al rio… al bosque…al desolado mar
y me pide que siga sintiendo esta sublime adicción 
por la vida.

Xiomara Beatriz 

sábado, octubre 1

Madrugada...






Los siglos se dibujan en las estrellas mientras camino
la bohemia canta en las callejuelas con notas de guitarras
el viento se esconde en la falda creo le teme a la monotonía
el talón descalzo alegre busca la madrugada en la blanca arena
serenata de luces se divisan en la oscura bóveda
 donde cuelga la luna


 Como agua viva te insinúas en el lecho de las miradas
sin vanos discursos te acercas a mi seducido de pasión
la ciénaga se impacienta mientras el silencio deja su desierto
acechando el vértigo cuando los dedos dejan vestigios de sol
el errante oasis de tono bermejo erradica la soledad


 Arreboles en la tez cuando avanzas sin pausa
los ecos de la eternidad se inundan
bajo el dominio de tu natural en el atavió de la reina afrodita
la dulce alborada avanza sobre los balcones
libre de vestiduras
los astros contrarios se abrazan
el cielo estalla en un sublime fuego
que consume a el Ícaro
en el abismo.


Xiomara Beatriz