martes, diciembre 27

Nuestra Navidad...



Resuena bajo el vetusto árbol una balada de invierno
el gélido viento como ola invisible va levantando las cortinas
el tiempo del presente me saquea con alas de arcángeles
tiembla el corazón ante el conjuro del destino
en una galería de letras como alondras de brioso aleteo
viajabas al igual que yo en los sueños
en tu irreal sombra me fije
en los nubarrones que coronaban tu incorpórea faz
tus ojos desiertos de dulces melodías
la noche solitaria que deseabas para siempre abrazar
y
tuve curiosidad



Mi alma iba marcando el sendero en el transido poema
para poder regresar de la trovadora ciénaga
carcajada de niño como soplo luminoso
entre el babel de versos escuche
desnudando el cielo de un insólito mundo
el sol en su radiante cuna me sonrió
cantaba sus sueños locos con voz de tenor
la gravosa carga dejaste olvidada
para correr tras mis pies descalzos
decorada de travesuras fueron tus sonrisas
éramos felices cuando del luto te despojaste


El cuervo picotea con un extraño ruido el cristal
el impaciente tiempo me alcanza de nuevo
sonrió ante los recuerdos que pueblan mi mente
mi espíritu está feliz de haber viajado en tu alma
la estancia de tu presencia iluminada está
el dolor de la distancia en mi no tiene cabida
pues bajo tus letras he conocido
tu verdadera Navidad.



Xiomara Beatriz

martes, diciembre 20

Danza nuevamente la vida...


La taciturna lámpara arrulla con su luz mis letras
me voy entregado al poema bebiendo ávidamente de su esencia
como viviente pluma el se conduce en el acechante laberinto
la noche con su fanfarria a la pálida luna se muestra
el gato escapa con un discordante chillido
satura los rezos el templo
ángel de la alegría ven a esta región de muertos
vagones de angustia en ella transitan
fiebre de ávida glotonería  padecen…



Intento no caer en la trampa
cuando un burlón paisajista el esplendor del paraíso
en la tela sonriente empapa con perfecta claridad
hago caso omiso a los señuelos del sachet envenenado
mi corazón se ahoga en la melancolía
el mármol con su fría belleza le hace marco a la soledad
un gran ángel de bronce el tiempo espera
donde el amor no se invente…



La fatuidad con sus ajuares  de seda me acaricia
la natura con su inspiración me rescata
las húmedas brumas del pantano disipa
adivina mi ardiente corazón flotando entre turbias aguas
moribundo el fatuo mundo de mi se aleja
el ocaso y la aurora se juntan
me inclino ante su belleza
sobre mi vientre danza
nuevamente la vida …



Xiomara Beatriz




martes, diciembre 13

Entre la salvaje hierba...


 Entre el canto de las hojas que en el entorno vuelan
 baila el sol colgándose de las ramas 
sigue el compás la silenciosa nube
 como grandes alas blancas
 que en el azul se agitan… 


 Cuelga del cuello el ardiente beso
 que pobló la piel de deseo
 embelleció con su humedad 
lo que antes estaba desierto
 amenazando para siempre quedarse
 entre la salvaje hierba … 


 Comienza la lluvia a inundar las cavernas
 aulla el lobo en su pertinaz carrera hacia la profundidad del bosque
 la suavidad de las laderas en éxtasis él las recorre
 estallan los colores en las encrespadas flores
 con fervor ellas repite su plegaria 
que también ansían por él
 ser habitadas… 


 Xiomara Beatriz

miércoles, diciembre 7

Las noches de invierno...

Xiomara Berrios...fotografía 


El viento promiscuo baila en la ventana
se cuela en la rendija con un gimoteo de dolor
las escasas hojas terminan de deslizarse
desabrigando la estremecida rama
mientras el impúdico crepúsculo
tras el cristal se balancea …



El árbol en su invierno tiene locos sueños
será la luna que con su albor le hechiza
traspasando la poesía con su cetrina luz
en la hondonada oscuridad
él teje los versos que ella vislumbra
mientras resuena en el tejado
el ronronear de un gato…


El aire esta ligeramente envenado de seductoras fragancias
vestido esta el lecho bordado de ilusiones
desnuda yace el alma mirando las estrellas
el críptico canto enciende el fuego
en sus enaguas de savia
mientras el viento
las noches de invierno
acaricia…


Xiomara Beatriz …

domingo, noviembre 27

Mis pies se vuelven lentamente raíces...


Se deshilacha el atardecer detrás de la ventana
la brisa amontona las hojas llenas de colorido
el asfalto masculla de dolor al sentirlas sin vida
el poema sobre la mesa comienza a ser leído
por la cortesana luz de la luna


"Ahora me alejo
estoy fuera de tu alcance
bestia de la melancolía
he izado las velas lejos de tu orilla de dolor
se retuerce de carcajadas el cómplice viento
al saberse ganador encumbrando mi barca de nuevo
en la ola de la supervivencia "


La noche se bebe la fecunda luz a lentos sorbos
bajo el coro de las tenues lenguas de fuego del cielo
el eco de mis pasos siembran alegría en las taciturnas callejuelas
el destino me ha arrojado a este sitio
lejos del murmullo de las olas
geranios y malvas esparcen
la metamorfosis mística
con su perfume
mientras mis raíces
 se entrelazan
a esta nueva tierra.



Xiomara Beatriz

domingo, noviembre 20

El día festeja el poema...






                                  La verdad del amanecer pincela de oro todo lo que toca
los espíritus nocturnos huyen mientras el día festeja el poema
las ramas del árbol de magnolia desprende su perfume
el día me despierta con un beso
fluye la vida…

 La nube inquieta quiere
debajo de su enagua atrapar al sol
los dedos de las ramas sacudidos sobre la ventana
parecen tocan una melodía que me mantiene cautiva
el viento levanta vuelo de abajo hacia arriba
incendiando el follaje de caricias
se hila la miel del alba
bordando la piel…

 Secretas cerraduras se abren
el lienzo es cubierto por caudales de colores
mariposas vuelan en la espalda
se ilumina de pasión el revés del alma
el altar se desborda
ronronean las estrellas en el sur
estalla voraz la primavera en la hoja del otoño
mientras la impaciente aurora se adueña
 de los bosques hendidos.


Xiomara Beatriz




domingo, noviembre 6

Las horas de clausura...


                                        Александра Кириевская

Ahora que estoy en otras tierras
sigo con esta sed
mi pensamiento se eleva
escapan las letras de mis manos frías
la hierba escucha atentamente mis suspiros
los pantanos adquieren  belleza
me conmueve el ocaso

El gélido viento hostiga la cabellera roja de los arboles
las hojas desfallecen en el camino con un grito de color
el silencio comienza a ser prostituido
un ave curiosa en la rama me contempla
los sonidos de la naturaleza se asoman
como vocablos esotéricos
ante mi

El sol quiere escapar
las horas de clausura todo lo amenazan
habita presuroso la cercana nube
como un  libertino amante
se cuela bajo su atavío sin pudor
arrebatándole su nívea inocencia

Ya casi  se comienza a correr la cortina negra
murmuran las estrellas
los dedos repasan el relato
los vericuetos dados
rebosa vida al tocar las teclas
los pensamientos se transmutan a signos
impregnado mágicamente el vacío
confinada a otro mundo
lejos del caos
me siento libre.

Xiomara Beatriz

domingo, octubre 16

Requiem para la tristeza ...



Александра Кириевская

Pasa la gente indiferente con las manos vacías
o serán sus almas perdidas en la nada
las flores no consuelan mi camino
extraño el rompiente del mar
su locura vagando por mis sentidos
la lluvia se ha apoderado de todo
esa que sostiene la vida
que no es turbulenta
ella intenta lavar mis tristezas
a pesar de emboscar el azul
y enrejarlo en una cueva centelleante
masacrando su color


Se acumula la belleza en este vagar
pero no me llega su lenguaje
me tortura el limpio hormigón
el gesto altivo de la ciudad
como se consumen los días
un cisne con su blancura 
parece un sueño
creado para profanar
el cuadro ominoso
con su luz


 Espejos…espejos en movimientos 
pozos de eternidad que me invitan a contemplarlos
narcisos apoyándose en su argumento
intentan vanamente de usar las estrellas como espejo 
un rostro antes extraviado me sonríe con el mar de su alma
una poesía sube presurosa una colina para besar el cielo
suspiros atraviesan fronteras desdeñando la distancia
mientras el amor como flor hermosa en el lecho del universo
sigue enviando un diluvio de notas luminosas tejidas al viento
cantándole al ave…al rio… al bosque…al desolado mar
y me pide que siga sintiendo esta sublime adicción 
por la vida.

Xiomara Beatriz 

sábado, octubre 1

Madrugada...






Los siglos se dibujan en las estrellas mientras camino
la bohemia canta en las callejuelas con notas de guitarras
el viento se esconde en la falda creo le teme a la monotonía
el talón descalzo alegre busca la madrugada en la blanca arena
serenata de luces se divisan en la oscura bóveda
 donde cuelga la luna


 Como agua viva te insinúas en el lecho de las miradas
sin vanos discursos te acercas a mi seducido de pasión
la ciénaga se impacienta mientras el silencio deja su desierto
acechando el vértigo cuando los dedos dejan vestigios de sol
el errante oasis de tono bermejo erradica la soledad


 Arreboles en la tez cuando avanzas sin pausa
los ecos de la eternidad se inundan
bajo el dominio de tu natural en el atavió de la reina afrodita
la dulce alborada avanza sobre los balcones
libre de vestiduras
los astros contrarios se abrazan
el cielo estalla en un sublime fuego
que consume a el Ícaro
en el abismo.


Xiomara Beatriz

miércoles, septiembre 21

Vértigo de versos …







 En el cristal resbala la lluvia trayendo historias de remotos lugares
abro el libro...cuantas palabras hambrientas de mi mirada…el sol continua refugiándose detrás de las nubes…la vida sigue su suave murmullo…en los corredores se escuchan pasos sordos…el aroma a lavanda se esparce…hoy mi taza de té no me acepta rechazos…sonrió ante las notas que se cuela por el resquicio de la ventana dándome paz...será que solo yo escucho la melodía de la naturaleza…


 Me persigue el aroma a pino del cercano bosque…como una cortina verde me impide ver el aledaño camino…se agita la luz…vuelven los azules…las nubes se iluminan penetradas por su fuego…me gustan los matices con que el astro rey seduce el firmamento antes de su entrega…las aves gorjean en las ramas como si no existiese maleza…ni bestias en el bosque…ni tanto encono deambulando por las calles…ni como los rascacielos ultrajan el cielo con su belleza urbana…la libélula prosigue con su vuelo pero al final se posa en la cumbre de un tallo sobre el estanque…


Las hojas ya se entregan al otoño... las delatan sus cambiantes colores...barahúndas de ella poblaran los caminos…en todas las estaciones hay perfección…mi alma está consagrada al amor…aun cuando las garras del desaliento quieran abrirse camino en ella…el lenguaje de las flores se eleva sin desfallecer cual alondra a ti llega…bosques de letras…almizcle de mis sentidos...cantos de mi espíritu y con ellas te envió la locura de este vértigo de versos …


Xiomara Beatriz 

sábado, septiembre 17

Bajo el pórtico de la luna …



Bajo el pórtico de la luna
mil fuegos del sol tiñen el cielo
acordes musicales amortajan la entrega
el dulce perfume de frutos bermejos inundan la tierra

Estas en mi de manera indescifrable
como rosa viva a tu encuentro me entrego
vamos tejiendo poemas mientras el viento acaricia
queriendo hacer estallar la siembra


Tus palabras me persiguen
como el espejo del astro a la noche oscura
hacen cosquillas en mis rurales caminos
como ave recorren los álamos de mi existencia 
hasta llegar a la flor
que despliega su secreto
 ante tu audacia


Caravanas de apetitos
proliferan en los sentidos
al redoblar tu canción sobre mi
brotan los manantiales
florecen las quimeras
contemplo el mar en tu mirada
tu abrazo exilia la pena
hoy solo siento
una noche de estrellas.


Xiomara Beatriz

lunes, septiembre 5

Simplemente extraño la Isla ...


 Isla del Carmen, México.


Tengo una tristeza tan profunda
intento suicidarla en el horizonte
donde duerme el sol que no veo
quisiera mandarla a cantar a otras llanuras
que sea el exilio su hogar
pero ella marcha conmigo en silencio
velando mis escritos
empapando la tinta con su agrio dulzor
deambula en mi sombra

Siento su desfallecido
su aliento en mi nuca
enfríando mis venas
de su invierno


Intento rescatar la belleza de mi vida aquí
pero el pensamiento es altanero
eclipsa cualquier intento
relámpagos de nostalgias me aturden 
la hierba salvaje que todo lo vestía con su verdor
la afable expresión de los rostros morenos
las naves que partían con alegría y se alejaban
como luciérnagas en la noche
el galope del sol
que despertaba los aromas a flores
 a ceniza de cal en el maíz
el beso salino del mar
las aves que surcaban 
en toda su majestad el cielo
la luna perfumando mi balcón
mientras alguien a lo lejos
rasgaba las cuerdas de una guitarra

Ahora me abrazo a la nada
que me promete eternidad
pero me sobresalta las sacudidas
de manos que no aprietan
sino acarician con ternura
me instan seguir caminando
con los pies embarrados de primavera
en medio del lodazal que a veces parece la vida


Xiomara Beatriz