Brooke Shaden
Debajo de la lánguida luz de la lámpara
se acuchilla el lienzo hambriento de tinta
raudales de almizcle deja la lluvia
la lujuria que se
cuela por la ventana
el estéril espejo reclama al insaciable vacío
sangra la nostalgia bajo las alas
me sofoca esta ciudad con su obscena magnificencia
con sus ojos quietos mirando un callejón
mientras el tic tac sigue mudo
El borrascoso silencio contempla el tono bermejo del
alba
las zarzas ocultas a la piel desgarra
perlas cristalinas se vierte ante la opera bufa
la diosa del arroyo me rescata
emigran las sombras
t u voz vestida de pájaro al fin me alcanza
el horizonte se diluye cuando los versos al ojo encandila
el suave cuchicheo del destino nos enlaza
con el éxtasis de la pluma.
Xiomara Beatriz .