sienten miedo que no las escuche
mezquino el tiempo queriendo ser siempre protagonista
pero ahora lo único que oigo es tu agitado corazón
luego del gran silencio.
La madrugada rebelde se ahínca en la piel
vértigo de gestos aun el lecho profanan
en el pórtico tu lengua continua acechando mis
palabras
para pervertirlas con ansias .
Me gusta la mano que tiembla al encontrarse con la mía
eres el rostro del misterio que me hechiza
el murmullo donde mi pasión cae
el silencio inútil que galopa al borde del orgullo
el río desesperado que a mi crisálida de amor ahoga.
No se quien va
ni quien regresa
quien otorga
ni quien niega
solo siento la fiebre de tu simiente
floreciendo dentro de mi por completo.
Xiomara Beatriz.