Me hechiza el cielo plagado de antorchas,
narradoras de historias que por doquier resplandecen;
me muevo con la noche sobre la curva de la luna,
el viento a los árboles todo lo bautiza con su música.
Grito ahogadamente cuando una alucinación viene hacia mí:
¡Acércate más, más!
Retumba en mi mente al verte…
Tu figura emerge como una visión que rasga mi soledad,
remolinos de emociones me despierta,
me hechiza la danza de tus gestos en la penumbra;
crepita el sol en tu mirada,
las palabras cavan un túnel en el silencio,
las flores se salpican de dicha,
como estelas del universo las ramas
en el camino se estremecen…
Cánticos de aurora se agitan en mis dedos,
el misterio busca descifrar;
la combustión amenaza
bajo mi cándida mejilla,
el cáliz del amor reluce desbordado.
Cuando el rostro se hace nítido,
se caldea el cielo de nuestras almas,
pues hemos encontrado
la llave de la cerradura del tiempo
que persiste en separarnos…
Xiomara Beatriz.