Sobre el envoltorio hay un espiral…vaga como las notas de una canción ligera entre los témpanos del tiempo…como notas de laúd se desprende por doquier…luz de la hoguera se aviva…el vació nunca ha existido dentro del pecho…las manos no puede atrapar toda la arena ni el agua del mar…lejos se escuchan los desesperados sollozos…las lágrimas como fuego corrían …los ojos abiertos te miran…postrada en tu dolor…con tu cabello de negro terciopelo pálida en tu frió altar dando vueltas a la moneda…la champaña de la vida embriaga es cierto…pero el amor es eternidad mas allá de eso…como flor de otoño vas dejando pétalos de ti en mustia existencia…en el abismo se vislumbra el terror que nos atrapa…en la sepultura en vida de la primavera…es más fácil ser flor de otoño que pujante brote de primavera…
La tormenta no te destruirá pues en ti esta la reserva de la leña para el invierno… debes darte cuenta como la luna refleja la luz en reverberante ola la envía a la tierra para alumbrar a los caminantes…todos con dulzura lo susurran…escúchame!… pero la mirada ausente lleva la carretilla pesada de los recuerdos…oleadas de un tambor que martillea como el crujido de hojas secas bajos los pies en el otoño…se inspira profundo nada se puede hacer…solo poner plumas de esperanza en las barras de metal de la prisión… gota de bálsamo entre los ladrillos…el sonido del amor solo puede salir desde dentro de la corteza ….también el ansía de los colores que luego vestirás en la sacudida de la luz…
La noche está proyectada hacia las estrellas con sus trajes vivaces…los pies parecen el destino de los poemas acuáticos que se deslizan sobre el frío mar…sentada en la orilla…la espuma los escribe con suavidad en la piel cuando la ola se retira…mientas al mismo tiempo se deambula por montañas…con la dificultad de estar en el punto umbrío de la faz de la tierra…como roció se debe transitar como asfódelos en la tumba de los muertos…mientras las espadas nos atraviesan sin compasión con la hoja filosa de la crueldad fruto de la soledad que coloca un estigma para querer convertirse en piedra que se arroja en constante desafío en medio de la incertidumbre…el agua viva muchas veces cae sobre el mármol …pero el alma audaz persiste…en su divagar por el campo de amapolas…con dulce esperanza llevando el ángelus como melodía…guardo la cinta azul del cabello…para viajar libre como el viento…
Xiomara Beatriz
La tormenta no te destruirá pues en ti esta la reserva de la leña para el invierno… debes darte cuenta como la luna refleja la luz en reverberante ola la envía a la tierra para alumbrar a los caminantes…todos con dulzura lo susurran…escúchame!… pero la mirada ausente lleva la carretilla pesada de los recuerdos…oleadas de un tambor que martillea como el crujido de hojas secas bajos los pies en el otoño…se inspira profundo nada se puede hacer…solo poner plumas de esperanza en las barras de metal de la prisión… gota de bálsamo entre los ladrillos…el sonido del amor solo puede salir desde dentro de la corteza ….también el ansía de los colores que luego vestirás en la sacudida de la luz…
La noche está proyectada hacia las estrellas con sus trajes vivaces…los pies parecen el destino de los poemas acuáticos que se deslizan sobre el frío mar…sentada en la orilla…la espuma los escribe con suavidad en la piel cuando la ola se retira…mientas al mismo tiempo se deambula por montañas…con la dificultad de estar en el punto umbrío de la faz de la tierra…como roció se debe transitar como asfódelos en la tumba de los muertos…mientras las espadas nos atraviesan sin compasión con la hoja filosa de la crueldad fruto de la soledad que coloca un estigma para querer convertirse en piedra que se arroja en constante desafío en medio de la incertidumbre…el agua viva muchas veces cae sobre el mármol …pero el alma audaz persiste…en su divagar por el campo de amapolas…con dulce esperanza llevando el ángelus como melodía…guardo la cinta azul del cabello…para viajar libre como el viento…
Xiomara Beatriz