acuchillan los versos de mi alma,
ante el dolor de la ausencia
bordada de espinas.
se aleja de la histriónica
despedida del ocaso
Mi rostro abatido
por la incertidumbre
se sumerge en el sofocante
hueco de la realidad.
Xiomara Beatriz
El libro encima de la chimenea
resguarda con precisión la prosa vertida
en la incesante búsqueda de lo no dicho
del tormentoso atavió de la lejanía
y de cuyo corsé no he podido liberarme
Una letra despierta a la otra
el viento se cuela entre ellas
una danza de pequeñas hogueras
centellean atrapando el ojo que las visita
lejanos estremecimientos ocultos resoplan
Se acelera el tiempo en el absurdo mundo
que apresuradamente del farol se esconde
las páginas riñen entre ellas
por alcanzarla atención del ojo ciego
a que le es difícil escrutar entre sus misterios
Se aproximan unos pasos
entre la neblina del atardecer
los sueños no vividos intentan
volver ser susurros entre los escritos
que declaman antiguas pesadillas
bajo el mando de mi mano
ellos se vuelven a ocultar
ahora el antiguo espejo refleja el encanto
de los inaccesibles labios de la portada
del libro encima de la chimenea.
Xiomara Beatriz.