Yulia Kazban
El tedio de las
horas sin tu presencia me abruma
lejos vuelas intentando
el lenguaje del bosque descifrar
de los colores
del recuerdo me dejo envolver
y del intenso
aroma del confuso verano que me agota
quiero un poema
concebir pero no puedo
la fecundidad
brota cuando te percibo cerca
la soledad me
muerde y abre profundas grietas
donde emanan
blasfemas nostalgias
Las voces vacías de tus eternos siseos
por doquier me acechan sin tu particular encanto
escapo de la simplicidad del claustro
siguiendo el rastro de tinta de las aves que el cielo tocan
siguiendo el rastro de tinta de las aves que el cielo tocan
en la esquina una tumba alquilan
un músico ameniza la magnifica morada
¿Podré arrancarme el amor y allí depositarlo?
¿Podré arrancarme el amor y allí depositarlo?
La fiebre en el
lecho me atormenta
el mortífero
silencio del dolor se alimenta
sigue lloviendo
como denunciando un crimen sobre el tejado
que insensato el
destino que orquestar a su manera pretende
intento escuchar
la música de las olas que seguramente
rompen a carcajadas cuando tu tobillo
toca
y huyes despavorido como gato en tina
pero me devoran
los días
sin la magia de tu venenoso
sarcasmo
y se plasma el
espectáculo del hastió
cuando
sin ti vivo.
Xiomara Beatriz
Xiomara Beatriz