
Al descender la luz del sol reposando de su larga jornada detrás de las lejanas colinas hojeaba distraídamente un libro…le llegaba a su memoria …su voz profunda… suspira en medio de sus cavilaciones…el alma se atiborraba de música …de silencios…de intensa palabrería …las ramas musitaba la brisa del ocaso …el mar como siempre murmuraba entre charlas y risas con la orilla …el hilo rosa oscuro de su vestido declamaba a la luz su entramado … las lámparas de las calles comenzaban a encenderse …las hojas de yedra cubrían el muro con amor …la tierra está hambrienta de semillas …la eternidad de amor …los amantes de premura… el ciego de palpar el mundo …el horizonte de los rojos azules y amarrillos que allí quieren pernoctar…la luz sigue cayendo …la brisa sigue soplando …la cúpula se llena de diamantes de luz…la hebilla de color plata de sus zapatos relucen …un gato tranquilo se posa a su lado queriendo caricias en su lomo…y ella clavada mirando el mundo cambiar lo acaricia en silencio…la luna parece un espejo consentido en el terciopelo negro…se abraza a sus rodillas como golondrina que moja el ala en el agua al ver su reflejo piensa que tiene compañía …las palabras que musitaba caen como pétalos de flores secas sobre el sillón…
Un crujido entre la jauría de sombras la inquieta…ondulantes movimientos se percibían en las ramas como cuando alguien pasa y las roza…que murmuras pregunta entre las sombras …como un ser arrojado sin paracaídas con alta adrenalina se sentía al escucharlo…entre orquídeas y geranios emergía una familiar silueta…durante un segundo fue horizonte colmada de colores…la alta figura en el césped se reflejaba…en la techumbre de la cabeza revoloteaban mil pájaros o eran sus cabellos con alboroto desperdigados… sus labios eran ala de pájaro carmesí con rictus travieso…sus ojos más profundos que abismo…batiendo insensatamente estaba su corazón al verlo…las mareas se suscitaban en su vientre …queriendo correr a la baranda del cielo de sus brazos…la atmósfera se tornaba en una tarde estival…las ramas relumbraban dando más perfil a la altiva silueta…sus pies vacilaban para al fin decidirse correr buscando guarecerse de la lluvia bajo la copa de un árbol…exquisito bálsamo de vida se prodigaba en ese abrazo …
El se inclinaba mirándola sus hondos pozos de luz viendo danzar su alma en la pagoda del amor…versos de clara poesía salían de su boca…sus dedos como hierro al rojo vivo dejaban huella de suaves caricias en su piel…la naturaleza exhalaba suspiros de simpatía al verlos… mil vidas y mil destierros han vivido en diversas vestiduras…el dormita desde siempre en su alma y da salvajes gritos cuando ella es sangre y carne…sus besos son lluvia que aleja los desiertos avernos…sus bocas reclaman por qué no son siempre auroras cuando de nuevo las pestañas se abren a la vida …y son apartados en frías regiones lejos uno del otro…uno en el infierno de la urbe y otro en el en medio de la nada … le abraza …le mira con sus ojos de niño …le rodea su cuello …dibuja una sonrisa con sus dedos en sus labios fruncidos… besa su frente…sus ojos …se apoya en su pecho sin decir nada …cierra los ojos y se estrecha en sus brazos… deja que su energía de vueltas en su alma y lo llene de primavera …
La eternidad es el segundo que lo siente junto a ella…escuchando el rio bullicioso de sus venas cuando le abraza …el sol que sale en sus ojos cuando le ve…se dejan transportar a la puerta de la cabaña …donde no sale el sol …pues serán soles que alumbren sus universos…cierran los ojos dejándose llevar por la música de sus almas …más allá con amor pasional …donde su boca sea higo abierto de miel del edén …lecho suave y pira al mismo tiempo …viven el presente y la simultaneidad de lo que en los segundos acontece …dejando que las fatigadas puertas del pasado se cierren … quedaran allí prisioneros los buitres de las calamidades lejos de ellos…mientras preparan el tazón de arroz humeante en el cuenco de vida …reposando en el lecho de follaje suave mezclado de pétalos de fragantes rosas enamoradas…respiran profundamente la vida …vuelven a ser niños …de mirada ardiente y labios traviesos… y árbol de muchos frutos que están henchidos de amor …
Xiomara Beatriz
Un crujido entre la jauría de sombras la inquieta…ondulantes movimientos se percibían en las ramas como cuando alguien pasa y las roza…que murmuras pregunta entre las sombras …como un ser arrojado sin paracaídas con alta adrenalina se sentía al escucharlo…entre orquídeas y geranios emergía una familiar silueta…durante un segundo fue horizonte colmada de colores…la alta figura en el césped se reflejaba…en la techumbre de la cabeza revoloteaban mil pájaros o eran sus cabellos con alboroto desperdigados… sus labios eran ala de pájaro carmesí con rictus travieso…sus ojos más profundos que abismo…batiendo insensatamente estaba su corazón al verlo…las mareas se suscitaban en su vientre …queriendo correr a la baranda del cielo de sus brazos…la atmósfera se tornaba en una tarde estival…las ramas relumbraban dando más perfil a la altiva silueta…sus pies vacilaban para al fin decidirse correr buscando guarecerse de la lluvia bajo la copa de un árbol…exquisito bálsamo de vida se prodigaba en ese abrazo …
El se inclinaba mirándola sus hondos pozos de luz viendo danzar su alma en la pagoda del amor…versos de clara poesía salían de su boca…sus dedos como hierro al rojo vivo dejaban huella de suaves caricias en su piel…la naturaleza exhalaba suspiros de simpatía al verlos… mil vidas y mil destierros han vivido en diversas vestiduras…el dormita desde siempre en su alma y da salvajes gritos cuando ella es sangre y carne…sus besos son lluvia que aleja los desiertos avernos…sus bocas reclaman por qué no son siempre auroras cuando de nuevo las pestañas se abren a la vida …y son apartados en frías regiones lejos uno del otro…uno en el infierno de la urbe y otro en el en medio de la nada … le abraza …le mira con sus ojos de niño …le rodea su cuello …dibuja una sonrisa con sus dedos en sus labios fruncidos… besa su frente…sus ojos …se apoya en su pecho sin decir nada …cierra los ojos y se estrecha en sus brazos… deja que su energía de vueltas en su alma y lo llene de primavera …
La eternidad es el segundo que lo siente junto a ella…escuchando el rio bullicioso de sus venas cuando le abraza …el sol que sale en sus ojos cuando le ve…se dejan transportar a la puerta de la cabaña …donde no sale el sol …pues serán soles que alumbren sus universos…cierran los ojos dejándose llevar por la música de sus almas …más allá con amor pasional …donde su boca sea higo abierto de miel del edén …lecho suave y pira al mismo tiempo …viven el presente y la simultaneidad de lo que en los segundos acontece …dejando que las fatigadas puertas del pasado se cierren … quedaran allí prisioneros los buitres de las calamidades lejos de ellos…mientras preparan el tazón de arroz humeante en el cuenco de vida …reposando en el lecho de follaje suave mezclado de pétalos de fragantes rosas enamoradas…respiran profundamente la vida …vuelven a ser niños …de mirada ardiente y labios traviesos… y árbol de muchos frutos que están henchidos de amor …
Xiomara Beatriz