sábado, marzo 6

Olor a Primavera...



Ajena a la batalla el espectro insomne de la locura
 de la pasión cantaba el ángel
vagando serenamente entre la neblina
 de roció que sobre los ríos pervive
como velo que oculta su brío a ojos desconocidos
entre las montañas con alas abiertas se solía entregar al viento
cuando un día alguien susurro su nombre con aliento balsámico
miro y entre el bosque de los avellanos
apenas se distinguía la silueta que exhalaba
olor a primavera



Con sus ojos de halcones le busco para mirarlo a los ojos
de inmediato se topo con el descaro de la pasión
que de manera arrolladora le invadió al igual
que el color escarlata devora la blanca tela
cuando el vino en ella se derrama en ella
así le devoro su esencia alejándola
para siempre del calmo letargo


Igual que gacela joven a su arrebato se entrego
el verde era ahora su lecho cuando sentía la alondra
batir sus alas en las entrañas
el temporal ya no se suscitaba en las nubes
sino dentro suyo al ver el verano que le llamaba
con sutil resplandor en aquella ardiente piel



Las flores del manzano quería entregarle
adoraba la locura que se apoderaba
de sus labios rojos sabor a dulzura de alba
y a él le ofrecía haciéndoles
 palpitar en su llama vital
su mirada antes era un lago sereno
mas al apenas tocarle sentía la vocación sísmica
que desde siempre en su médula le acompaño


Cavilaba amargamente si sus sentimientos tan intensos
eran una trampa que intentaban la sombra con disimulo apoderarse
pero por mas que le colocaran otra copa de oro bruñido
ella la rechazaba y seguía atado sus cabellos a su nuca con sus versos
bebiendo de los enigmas que le provocaban la piel electrizada
al acercarse a él con absoluta combustión.

Xiomara Beatriz