lunes, octubre 25

No hay jaula alguna que pueda detener el alma...

Mientras el día se bebe la noche
la rama como la ola se bambolean
cortejadas suavemente por el céfiro
brotan nuevas palabras del sueño profundo
las luces de los faroles se extinguen en la isla
igual que las baladas con voces desgarradas
que acompañaron la noche
las arañas trepan a su diario destino
a seguir tejiendo en las esquinas sus redes
las flores se despiertan suspirando seductores aromas
la vegetación con sus colores bañados de luz con júbilo aparecen
el perfume marino con su bálsamo todo lo puebla ...


Escucho el lejano chapotear de un ave con su triste canto
en la ventana de otro continente bajo el techo de la locura de la ciudad
con sus paraísos grises de rima disonante
soñando con la libertad de sus alas
el otoño va dejando con sus vibraciones huérfanas las ramas
del yerto árbol
invadiendo las calles de melancolía que el rastrillo
pretende amontonar
las chimeneas se preparan para acunar el fuego
cuando se acerca el frio beso del invierno
quisiera decirle que no es tacaña la belleza
en esta estación si la sabemos con magia mirar
y que no hay jaula alguna
que pueda detener el alma ...
Xiomara Beatriz





Fotografía Xiomara Beatriz