Bajo las alas del viento con su vestido blanco en sublime invocación con la natura mientras el sol va pintando de su luz primaveral... el antes siniestro gris...un escalofrío le recorre su espalda...se siente observada a la distancia...sabe que él la miraba tras el cristal de la ventana...como se mira un secreto
Embriagados de sus silencios se contemplan...caminan en los vacíos dejados por los vocablos...como el acrílico antes de humedecer el lienzo...ellos se intuyen...se olfatean como aroma de café que se cuela...las manos suspirar por llegar al bosque después de un descampado
Embriagados de sus silencios se contemplan...caminan en los vacíos dejados por los vocablos...como el acrílico antes de humedecer el lienzo...ellos se intuyen...se olfatean como aroma de café que se cuela...las manos suspirar por llegar al bosque después de un descampado
En el huerto el ave como sol en la aurora con euforia avanza en su conquista del cielo...en la cesta en vehemente espera los ceros relatar la unicidad en la cuerda de la vida mientras se escucha el ronronear de la brisa envenenada de pasión en las colinas
Tan lejos están...pero al mismo tiempo...esa distancia va replegándose en su afán de alejarlos...ella con su níveo rostro se asoma a sus sueños...deja sus zapatos bajo el árbol de magnolia...lo puebla con sus metáforas...con la cosecha mas roja de sus labios se le ofrece... igual que su miel como riachuelo queriendo en su boca...ser transformada en poesía.
Xiomara Beatriz
