martes, abril 29

Zambullirme en ti...








                                                     Antonio Mora.


La espantosa sentencia se fue apagando,
ya nada sentía al escucharla.
Seguí escribiendo sin importar
el ruido de la guillotina de la rueda
del inexorable destino.

Sigo repasando las hojas del manido libro,
con jueces vestidos de negro o luminosos ángeles
prometiendo la quimera del paraíso.

De pronto, Usted vino hacia mí,
pronunciando mi nombre,
despejando las melancólicas colgaduras
con sus sílabas, convirtiéndolas
en magníficas notas musicales.

Usted las hizo estremecer,
como lo hizo con cada fibra de mi ser,
hasta hacerme desear
ser zambullida por completo
en las sensaciones y sentimientos
de su alma divina.

Xiomara Beatriz