Veo tu rostro detrás del espejo
leo tus versos como una marea
que con todo quiere arrasar
como si el juego hubiese concluido
Miro tu corazón que no se apacigua
entró en él atraída por tu alma
llevó velas aromáticas
hechas con las raíces
de la vida
Intento verte
escondido cómo estás
tras una cortina
pero tus ojos despuntan
como la aurora
en el oscuro corredor
La marea comienza a descender
ya no amenaza ahogarme
bajo el torrente de tu tristeza
la armonía de mi voz te sosiega
la mudez del abismo caduca
el sol despierta de su somnolencia
Preguntas quién osa tu soledad fastidiar
te digo adivíname entre las metáforas
soy el abril que charla con las aves
el caos del color que germina en las flores
el viento suave que acaricia tu rostro al despertar
soy el poema que aún no se ha escrito
la cornisa de niebla que te invita al misterio
soy la túnica que se despoja de una hebra de hilo
para entregarte y te permita descubrirse
mientras te susurro muy quedamente
querido no te des por vencido
pues el juego apenas
ha comenzado.
Xiomara Beatriz
