martes, diciembre 1

El abril de las aves.

Wojciech Paliwoda

Veo tu rostro detrás del espejo

leo tus versos como una marea

que con todo quiere arrasar

como si el juego hubiese concluido


Miro tu corazón que no se apacigua

entró en él atraída por tu alma

llevó velas aromáticas

hechas con las raíces

de la vida


Intento verte

escondido cómo estás

tras una cortina

pero tus ojos despuntan

como la aurora

en el oscuro corredor


La marea comienza a descender

ya no amenaza ahogarme

bajo el torrente de tu tristeza

la armonía de mi voz te sosiega

la mudez del abismo caduca

el sol despierta de su somnolencia


Preguntas quién osa tu soledad fastidiar

te digo adivíname entre las metáforas

soy el abril que charla con las aves

el caos del color que germina en las flores

el viento suave que acaricia tu rostro al despertar

soy el poema que aún no se ha escrito

la cornisa de niebla que te invita al misterio

soy la túnica que se despoja de una hebra de hilo

para entregarte y te permita descubrirse

mientras te susurro muy quedamente

querido no te des por vencido

pues el juego apenas

ha comenzado.


Xiomara Beatriz