miércoles, junio 30

Indeseables huéspedes del estío...

En el atardecer todo es una telaraña...cuando el sol se aleja para perderse en el horizonte...el día da paso a la nocturna vanidad...los álamos ligeramente se sacuden por la brisa...pienso que apenas me he alejado de los indeseables huéspedes del estío que aun palpitan en la bahía...donde la cabellera era un nido viviente... la paz torpemente pretende ser retenida en el pecho como una estrofa... que se repite sin cesar ...queriendo encender otros corazones...sepultar en el mármol la agonía que emocionada pretendió...conquistar la isla...quedando exhausta...pero queriendo cobrar su anterior serenidad ...ante las inclemente arremetidas del clima...


Los pájaros de acero vuelven a surcar el cielo ...que nervioso porfía envolverlo en sus trémulas muselinas de algodón...que como sonoro tambor lo saludan intentando atemorizarlo...ni las aves se atreven aun a darle su beso a las alturas...mientras las flores cándidas ansían llegar a su destino... un coro de denso silencio se respira conmovidos... extraños reunidos en un gusano que antes vivían separados ..pero ahora son un mismo latido...ya se vislumbra sonrisas nerviosas cuando por fin la aurora es visible bajo las nubes...sobreviene el jubilo cuando rechinan los círculos en un frenético abrazo sobre el asfalto del largo sendero...para buscar ansiosos la puerta de nos da luz a la vida...que vibrante deambula por pasillos...puertas...correas que hipnóticas dan vueltas donde las perezosas vestiduras van dobladas dentro de su armadura esperando ser recogidas...


Ahora ambiciono como invierno abandonarme en un núbil lecho...en el manantial de los sueños...adormecida como jovenzuelo que abandona el hogar...disfrutando el exilio del peregrinar en los fragantes mundos ...que se transitan...allí...donde broto el primer arroyuelo...los arboles son vestidos de suaves plumas...de las flores resplandece la luz...el humedecido llanto que tan amargo amasa el pan...en la fuente de la vida ha callado...como soplo de roció con frescura te posa sobre la hierba ...las hojas...el rió dorado...contemplando las transparentes lunas que un día son rubíes...otras zafiros y muchas más son diamantes que me fascinan...


Pero un rumor me trae de nuevo a la oscuridad ...como bramido de atroz ogro quiere su boca abrir para todo devorar...comienza el aullido del lobo en los cristales ...el suelo es trampa de arena movediza...nada permanece en silencio... como opera irreverente...se regodea en el drama con caótica partitura...pies presurosos buscan la escapatoria...un consorcio de seres se arremolinan descendiendo en el interminable caracol...que blandamente se estremece...escoltado por los muros que parecen hojas sacudidas por la brisa ...y al fin se calma cuando se llega a la oscura bóveda sin estrellas... para postrarse sobre la hierba intentando recuperar el aliento y se calme la cascada de los latido del corazón...pero nunca dejando que el ave de la esperanza escape de mi corazón...


Xiomara Beatriz