domingo, enero 10

La Orca Asesina.

                                                    Daniel Wagner.


La Orca asesina.

Como toda historia comienza de esta manera.
Erase una vez, una orca asesina que navegaba por los siete mares, cundiendo de terror las salvajes aguas, despedazando los barcos con su enorme boca y el poderoso golpe traicionero de su aleta. Los marineros aterrados difundieron la historia de su enorme corpulencia, la rapidez con que se desplazaba este letal animal, cuya voracidad no tiene paragón, causando total terror si un día se llegasen a topar con él.

Carnívoro animal que tenía preferencia por las víctimas de los naufragios. Pero un día, sin saberlo llegó a las aguas donde viven las sirenas, siendo su voracidad su impulso natural, encontró una pequeña sirena, abrió su enorme boca tragándosela de un sopetón, quizás pensando era una sardina. La orca malvada se regocijaba saboreando, cuando de pronto la escupió a la orilla, y le dijo que sabor tan extraño tienes, no me gusta tu sabor dulzón mezclado con otros sabores distintos a todos los que he probado.

Ella intentó responderle como se merecía, pero solo sabia emitir su canto que él no comprendía, pues su misión era guiar a los náufragos a salvo hasta la orilla hechizando con su dulce melodía pero eso la orca nunca lo comprendería y aunque ese día la dejó tranquila a la orilla, volvía una y otra vez cerca de la orilla, para con su vozarrón bramar a la sirena ¿No podría ser tu canto menos continuo? Me duele la cabeza de tan seguido que te escucho cantar, no es que no lo hagas mas, es lo seguido del canto que me aturde, ella lo miraba tratando de decirle que no podía cambiar su naturaleza.

Así pasaron los días, él seguía devorando criaturas de todo tipo, escupiendo sus esqueletos en la orilla, ella comenzó a pensar en la manera de calmar a la orca e intentaba una y otra vez de hacerlo sin resultado aunque la orca seguía viniendo a su lado un rato para quejarse de su canto. No se sabe con certeza qué ocurrió, si la Orca por fin entendió el idioma de su canto o la sirena al fin entendió como calmarlo, lo cierto de la historia es que ambos llegaron a quererse, bueno eso suponemos, pues ahora la Orca pasa más tiempo a su lado.

Y en el mar, la orca malvada ya no crea olas para con su aleta ocasionar naufragios Ahora el terror del mar es el eco de la ensordecedora risa de la otrora Orca Asesina. Y colorín colorado esta fabula se ha acabado. Xiomara Beatriz

sábado, enero 9

Luces en el bosque...


Los pájaros trazaban círculos en el aire llamando la atención mientras crujían las hojas secas bajo sus pies en el sendero que desbocaba en el riachuelo…gritos extraños la acompañaban en su caminata embargando el ambiente de intensa aprensión …los ojos morunos como ánforas recorren alertas a su alrededor mientas pequeños seres vivientes la miran con curiosidad ante el fantasmal resonar de sus pasos…su corazón como pájaro alado quería salir volando ante el espectral tono rojizo que al bosque otorgaba el ocaso…ella se muerde los labios tratando de que el dolor le quitase el miedo mientras iba al riachuelo a buscar agua fresca …llego a la orilla tomando su cántaro mientras retira su cabellera negra que cae como luto sobre su blanca piel…

Desde la orilla escucha una voz que la llama entre los arboles…y un intenso aroma de efusiones quintaesenciadas le acompañaba …rebosando la inquietud en su mirada intentando adentrase al conjuro negro que desde el bosque la llamaba... despertando el latido de sangre de sus sienes….se levanto tratando de ignorarlo como se ignora la muerte ya decretada desde que nacimos…dos minutos le parecían dos siglos…tomo aliento en medio de la aparente soledad que le rodeaba para emprender el regreso…sus pies antes ligeros los sentía ahora de plomo…sus ojos oscurecieron de miedo…sentía la desnudez que se siente a ser consciente de su propia vulnerabilidad ...su piel la sentía fría …para que sollozar ante lo irremediable se dijo…se dispuso a recorrer el sendero de nuevo cubiertos de las verdes cortinas que la apartaban aun mas de la ya menguada luz…

Comenzó a cantar para escucharse ella misma en tono bajo y así encubrir cualquier otro ruido…un repentino esplendor vio cuando estaba en medio del camino como una onda de luz que se deslizaba entre los arboles…un brusco viento estremecía las hojas mientras la corteza muda las sostenían un pálido matiz se apodero de su rostro…como picada por una avispa comenzó a correr hacia su casa sin saber bien donde pisaba solo sentía su corazón que golpeaba con fuerza convirtiendo todo a su alrededor en un lienzo sin sonido….diviso su hogar entre rejas húmedas de madera mientras su sangre como agua retumbaba al sentir que la seguían …tropezó ya llegando a su casa miro hacia atrás y no vio nada... pensó que tonta quizás solo fue el viento …cerró la puerta sintiéndose a salvo pero aun envenenada de la descarga de la adrenalina…se acerco a la ventana ya había oscurecido por completo solo un tenue barniz de la luz de la luna recubría el exterior…se abrazo para tratar de recuperar la calma cuando dio la vuelta para su sorpresa en el rincón de la estancia reposaba la luz que con voz de hombre clara y potente le dijo ya de mi nunca más podrás escapar…
Xiomara Beatriz

viernes, enero 8

Sombras en la pared...


Su cuerpo repleto de amor está ...al mirar a su amado que yace entre sus brazos rehén del rebosante tránsito del ardor en la piel ...como el sol sobre la arena…allí donde la pasión es como champaña que se descorcha invadiéndolo todo de burbujas ....que se elevan aturdiendo los sentidos …lentamente va haciendo cosquillas al igual que las caricias que van germinando los poros...con el manantial de melodías que los conmueven 
en el alma
 y 
el cuerpo … 



Las paredes de la habitación palidecen al acoger las sombras que danzan a la luz de la lámpara reflejándose con inocencia en la blanca pared …ancestral danza que se saborea con los ojos cerrados y los sentidos despiertos... revestidos por la pasión que palpita en los escondidos jardines …cuerpos que van balanceándose entre el discurrir de los suspiros y el golpeteo del corazón... al igual que el trote del corcel en competición van queriendo alcanzar la meta cuando los rincones más australes ...pretenden desplegar sus alas batientes en cántico glorioso hacia el paraíso... 



Tentadora reptil que se enrosca crepitando en la llama que acaricia el tronco seco haciendo crecer la hoguera con sus gemidos de agonía ...cuando la piel y el aliento le devuelven los cuatro elementos a la vida… arrebatándole el refugio al silencio pues hasta las paredes suspiran en el mágico instante en el que solo quieren ser nimbos de caricias …Xiomara Beatriz