domingo, enero 24

Como una luz...



Como una luz que se coló entra las rendijas de la puerta del aposento… vino a retirarle de las sombras que la mantenían oculta entre doseles de seda soplando como viento estival danzando entre ellos desmelenándola con caricias llenas de ternura

Colmando las frías sabanas de versos y risas…despertándole la piel de los vapores del sueño eterno que la mantenía como crisálida en capullo lejos de la palpitante desnudez de la vida… alejándola con su presencia de la pérfida soledad que la ataba a un umbroso destino… perfumando su vida de nuevo del jazmín florecido del amor con muérdago de besos corono su existencia como a una diosa

Como plata virgen ahora ella reluce mientras sube nuevamente las escaleras que la alejan de las profundidades donde como avestruz se había metido…ahora avanza entre campanillas…aromas de lila…sintiendo el rojo purpura que con fuerza pulsa en su corazón lleno de pasión

Ya sus pies no deambulan sobre frías alfombras tejidas en damasco ahora avanzan sobre el suave hojas de la campiña acompañada de helechos mirtos y rosas mientras riachuelos de risas caudalosamente la recorren hasta desembocar en el delta pues solo bastaba su luz para alumbrar de nuevo todo el aposento

Xiomara Beatriz

sábado, enero 23

Hechizo...





El bosque siempre le hechizo…cada anochecer escuchaba una música que la atraía miraba hacia él con su rostro reposando sobre sus manos en el borde de la ventana…como pequeños soles las luciérnagas vagaban entre la oscuridad tan temida por ella… durante el día vencía su temor al recorrer el sendero que se abría como abanico donde los avellanos van bordando de verde voluptuoso las orillas con moteados trazos de flores que en estallidos de colores se asomaban tímidamente rumbo a la campiña

Ahora seguía observando en agudo éxtasis la temible oscuridad que curiosamente la enajenaba agitando su espíritu para salir en busca de algo que ella no sabía con certeza que era…la luna lejana apenas alumbraba de su luz de plata a la terraza que le daba descanso…por encima de los abetos un extraño vértigo se exhalaba incitándola a seguir el hilo de notas que se tejía desde las entrañas del bosque investido por la luz que la guiaba impulsándola a seguir su recorrido resistiéndose apenas
salió en su búsqueda en la fría noche…

Estremecimientos se apoderan de ella al tomar la sinuosa vereda a merced del viento que bramaba entre las ramas más y más
Sus pasos la adentraban inexorablemente a la profundidad alejándola de donde se sentía siempre a salvo… de las simas aledañas se percibía el origen del mundo que emergía altanero entre la elipsis que todo lo envolvía…se estremecía de angustia al sentir como entre los cabellos jugueteaban en el cuello como dedos acariciándola…tuvo ánimos de darse la vuelta y salir corriendo pero pudo más miedo que la mantenía enraizada en el sitio
Cerros sus ojos al abrirlos en medio del silencio aplastante surgió una figura
Ella lo miraba con confusión…sus ojos eran olas oscuras que se agitaban al mirarla se replegó de turbación percibiendo que su labio superior una mueca se creaba…una llamarada roja la invadía como vapores que subían y de pronto una serena sabana de luz
comenzó a cubrirlos en un lento empuje que la lleno de paz y el horror por siempre desapareció.
Xiomara Beatriz

jueves, enero 21

Cual gacela...



El amor florece como un jardín abonándolo con manos que acarician

Regarlo con el fluir del alma como rio queriendo llegar a la tierra ávida de otra alma

Con brisa de risas cómplices que estremecen de alegría despojando las ramas de sus hojas secas

No hay rincón que esté sombrío

Cuando la luz del amor se contorsiona para llegar hasta los sitios más recónditos

Alejándonos de todas las angustias

El amor solo debería provocar jadeos de placer sobre las colinas no al ponerle anillos
al alma impidiéndole volar

Lo que atormenta no es amor

No son ríos ocultos congelados por el tiempo somnoliento

Son elevadas plegarias de ternura recorriendo el rostro con los dedos

Son iluminadas trayectorias entre tu boca y la mía

Es deletrear entre susurros el alfabeto en tu piel

Es ser alfarera de tu cuerpo modelando con mis manos y esmaltarlo con la lluvia de mis labios

Mas el techo oro y rosa del amor a veces se agrieta con los miedos

Si el amor te provoca cientos de preguntas como una pesada carga en la caravana de la vida

Si no escuchas la asimetría de la casida que ardientemente declama mi corazón al verte

Cual gacela al ver el león hambriento huyo de tu lado y rauda me alejare para siempre….

Xiomara Beatriz