
No consigo el dulce aroma de las palabras…la noche es clara con luna de plata…el oleaje arremete contra las rocas…las sombras se suceden unas con otras en el camino del estío…el silencio es profundo sin embargo…un canto me saluda no de la palabra frecuentada…como violín con mano trémula sobre las cuerdas…dulzura celestial aquí en la tierra…el mundo parece tan distinto de noche…que luego el sol con un soplo resucita en un estallido de colores…
Un recuerdo dentro de un sobre con membrete de olvido en mis manos …como isla paradisiaca en invierno…la luna se desliza con su luz en el mar… acariciándolo lentamente como teclas de un piano…con cascadas de ternuras …los arboles aun gotean…el rojo corazón vivo sonríe a la confusión…en diferentes lugares nos miramos mas allá de océano…las rosas cantan perfumando el ambiente..
No veo tus pisadas pero las escucho desplegarse en mi alma…tu voz el silencio lo trajo y se multiplicaron sus notas…que extraño sentirnos sin tocarnos…hoy han florecido pequeñas flores blancas en el jardín… escondidas entre el verdor esperando el sapo madrugador…las formas ceden pues solo se respirar su amor… se escucha la incertidumbre de un puñado de hojas mustias que el viento arrastra…alguna vez fueron verde primavera…obstinadamente engarzamos la belleza en una estación…mas cada una va diciéndonos como somos un ciclo de sueños maravillosos con una belleza particular que nos negamos a degustar…
En la oscura bóveda plagada de estrellas se busca formas de lo perdido…en el anillo de lo eterno…bajo el frío de las constelaciones…eres fuerza agazapada…burbujeo delicado…vació donde se hunden las estrellas…lago mágico azul…latido del alba…los muros se esfuman..las confidencias del amanecer…como miel del vientre…entre blancas columnas…se ofrecen al árbol de la vida…la melancolía no es el reverberante destino…las pálidas mentiras caducan pues no hay nadie que venga por ellas…en un rincón han quedado olvidadas…el agua canta melodías multicolores… los cestos de flores arrojan luz… transitas por caminos que nunca habías imaginado…
El cazador me acompaña…sentado junto a mí como un sol escarlata…anunciándose con su inquisitiva mirada...y...un rayo de risueña ternura en sus labios…en el balcón vemos los soñados senderos…el azul bendiciéndolo todo…sonreímos …se acerca para limpiar las lágrimas interiores…que ha de fulminar con su esencia… vinculándose a la mía …vencida en su abrazo como una fulgurante estrella…arde la aurora por asomarse buscando alumbrar el piso de la caverna...se desmorona en mis manos el sobre… se hunde sumándose a la trayectoria certeza de lo que nunca podrá ser vencido en mi alma de soñadora
Xiomara Beatriz