sábado, julio 10

Un poema escrito con tinta de verano...


En la penumbra de la habitación
un poema escrito con tinta de verano reposa en mi mirada
mientras se escucha el golpeteo de la lluvia en los cristales de la ventana
el viento de la pasión se arremolina queriendo agasajar el ímpetu
de los vocablos que con su perfume de amor trajo locura a mi corazón...

El soplo errante de tu amor a su destino ha llegado
recorriendo como soplo cálido las colinas de mi pecho
Leyéndome sus versos desde mis albas
bajando hasta mis atardeceres
deshilado vestiduras
vistiendo mis senderos de lluvia
disipando soledades cuando con su aliento
embriagándome de ternura...

La capilla siempre está ardiendo
cuando las cadenas de los sentidos
se liberan pues el sol hizo en ella su morada
el relámpago de tu luz no se disuelve con el crepúsculo
las llamas invadieron los jardines donde el ruiseñor conjura su canto...

Xiomara Beatriz

viernes, julio 9

Me provoca desnudar el alma...


Mi cabello suelto...mis labios sonriendo al hilo de argento del mar que como cuerda de violín con sus notas de amor llegan a ti...el vino moja mis labios con su explosión de sabor y aromas...el viento parece el fruto de una cortina que levita cuando dentro de ella lo recibe...en la blanca arena voy empujado con los dedos las letras de tu nombre...mientras el fuego crepita en el alma llenándome de las seducciones de la quimera que se despoja de su abrigo llegando a mi...te imagino delineando un poema con los nudillos apretados en la soledad...suspiro...la luz que tenue gotean en la oscuridad de la noche...te levantas...te quedas de pie en la ventana...hoy la luna esta exhausta mientras las estrellas cuelgan como amarradas a la argolla de la oscuridad...hago botines con la arena a mis pies mientras pienso en ti...



Te envió las palabras cuando siento mil corazones ardiendo en mi pecho...desordenando mis sentidos...llegaron tus palabras tan remotas pero con la fuerza de los vientos...como el ardor de la hoguera te reclinaste sobre mí...vestido de mármol pero rugiendo la sangre en tus venas...tu alma llena de tréboles nacientes en este solsticio de verano ensayan lo que tu mente canturrea suavemente lleno de esperanza...ardientes y trepadoras olas llegan a la orilla...con contagiosa ebriedad...con la música que sabe a ternura trenzada como tu sonrisa sobre el mentón que glotonamente... adhesiva...insaciable intento atrapar...atada a tu felicidad natural despojándote de las hojas secas...fundiendo tu nevada con terca intransigencia...cuantos roces nos hemos perdido...quisiera poblar la calle entera de tu vida ...arrojar a la papelera los grises...vestirnos de hojas de sol ...



Sigue el llamear de la hoguera...las ramas estallan en melodía...cede mi cuerpo al lecho de arena....pequeñas luces flotan en el cielo...rara vez no pienso en ti...porque con tu amor el acantilado se desvanece...en un instante me uno al universo....no me resisto a ello por que viajo también a ti....como sol de aurora...que sientes cuando me lees?...que escenas profundas figuran en tus sueños...cuando a tu lado estoy al borde de tu lecho...un leve sonido hacen mis labios sobre los tuyos temblando ante ellos cuando más me acerco...mientras mis manos como bandadas de aves te recorren...como luna furtiva te entrego mis destellos opalinos... azules... granas...para destruir tu muralla con mi amor...



Xiomara Beatriz

jueves, julio 8

Perdido....



Con el soplo de los sueños arrebatados
las tinieblas en su seno con delicia lo acogieron
duros tiempos se avecinaban
hasta las trémulas hojas visionaban el
el aro de hierro que le esperaba….

Retener el sol que se escondía
tras la selva de cemento que le rodeaba
en sus manos no podría
no había ni respiro… ni espaldas a salvo …
mientras el golpe sordo del cuero le acompañaba
allí en la buhardilla de los espejos rotos…


Desde entonces aprendió a odiar la lluvia
que resbalaba tras los cristales
pues pensaba eran sus lágrimas
que por alguien fueron furtivamente robadas…

Ahora el mundo ya no era un suave murmullo
sino lamentos conquistados en pedregosos senderos
mientras el peso de mundo cargado a su espalda
era un retrete que le daba nauseas..

Y a su corazón convirtió en un invernadero
perdido en un laberinto inexpugnable
donde el mismo se aseguraba
que ninguna alma fuese capaz
nunca de poder hallarle...

Xiomara Beatriz