La mano se atreve a delinear la poesía de su alma
dibujando su suave piel morena clara
el recinto de su rostro que el cabello corteja
acariciando la luz de su piel que centellan misterios
que le atrapan con su manto hechicero
cuando su mirada le alcanza el pecho
queriendo ella ser aurora esperando revelarse
cuando su sol voluptuoso le da ímpetu al corazón...
Mecer sus sentidos a el viento
cuando toca la melodía del suspiro
con cada trazo que sus dedos delinean
mientras ella con pícara astucia
desea inquietarle el pulso sintiendo como le asciende
con un ritmo salvaje al beber él de su esencia
que corona la danza de sus dedos con un beso...
Con cada movimiento ella lo invitan a viajar
a sus profundidades
a las corrientes que le atan al frenesí
deseando que sienta los colores
de los cánticos de su alma
que navegue entre sus caudales
cuando se empape en el lecho de sus labios...
Las voces de su mirada le embargan
pues con sus sentimientos se entregan
cuando se enreda a su alma respirándola
fluyendo libremente con ella como ave en el cielo
se apresura a buscarla sin límite tiempo
sin prisas le alcanza estremecido
pues juntos hacen de su mundo
un espacio que conmueve
que cura las heridas...
Cruzan el puente de la distancia
pues juntos son antorcha que arden
que en sus colores chapotean
al sentir hervir la sangre de la pasión
cuando sienten que se van vistiendo de delicias los hambrientos labios
que aletean desde el cuello hasta el confín de la tarde
donde como náufragos se aferran en buscar de dar sosiego
a sus torbellinos internos para danzar con alegría
como el céfiro entre los trigales
buscan el vino que colman la copa del amor
pues ambos están sedientos de ella...
dibujando su suave piel morena clara
el recinto de su rostro que el cabello corteja
acariciando la luz de su piel que centellan misterios
que le atrapan con su manto hechicero
cuando su mirada le alcanza el pecho
queriendo ella ser aurora esperando revelarse
cuando su sol voluptuoso le da ímpetu al corazón...
Mecer sus sentidos a el viento
cuando toca la melodía del suspiro
con cada trazo que sus dedos delinean
mientras ella con pícara astucia
desea inquietarle el pulso sintiendo como le asciende
con un ritmo salvaje al beber él de su esencia
que corona la danza de sus dedos con un beso...
Con cada movimiento ella lo invitan a viajar
a sus profundidades
a las corrientes que le atan al frenesí
deseando que sienta los colores
de los cánticos de su alma
que navegue entre sus caudales
cuando se empape en el lecho de sus labios...
Las voces de su mirada le embargan
pues con sus sentimientos se entregan
cuando se enreda a su alma respirándola
fluyendo libremente con ella como ave en el cielo
se apresura a buscarla sin límite tiempo
sin prisas le alcanza estremecido
pues juntos hacen de su mundo
un espacio que conmueve
que cura las heridas...
Cruzan el puente de la distancia
pues juntos son antorcha que arden
que en sus colores chapotean
al sentir hervir la sangre de la pasión
cuando sienten que se van vistiendo de delicias los hambrientos labios
que aletean desde el cuello hasta el confín de la tarde
donde como náufragos se aferran en buscar de dar sosiego
a sus torbellinos internos para danzar con alegría
como el céfiro entre los trigales
buscan el vino que colman la copa del amor
pues ambos están sedientos de ella...
Xiomara Beatriz