Cielos soñolientos en espera del misterio
que traen los soplos con ropajes de otro continente
con rumoroso tropel espantan a los tétricos fantasmas
que van queriendo escalar los muros del balcón
palabrería de eucaliptos cautivan el ambiente
un vaticinador declama en medio del jardín
sus ojos me miran queriendo saber que pienso
fluye la brisa buscando formas
el corazón presiente con plenitud
todo se colma de turbados sueños...
La esperanza tropieza en la oscura esquina
cuando nota que nadie la espera
su dulce manto como torbellino
la emplazo a que me acompañe
espejos queriéndola disgregar la distraen
una lluvia cálida me sugieren su presencia
que ya baja desnuda en mis entrañas
con su melodía invadiéndolo todo...
Despertando una marea
que remueve todo lo estéril
de la desarmonía
que nos impide escuchar
una tórtola se une a su arrullo
campanadas de soles repican con arrebato
un árbol absorbe con su raíces profundas la savia
con sus ramas mecidas al viento
mientras un maceta con orgullo se muestra llena de color
el vaticinador en delirante balbuceo con avidez se posa
con su secretas silabas anegando de ternura la substancia de mi alma...
Xiomara Beatriz