martes, octubre 19
Terquedad del almohadón del poema...
Mocabri
Terquedad del almohadón del poema
queriéndose nutrir de mis sueños
entre el caos se va haciendo paso alegremente
despojando el escaparate de los secretos
para luego ir empapándolos en metáforas
intentando recorrer los peldaños del espíritu
con sus tramposos caminos cenagosos
plagados de atormentadas lagrimas
a los alegres prados llenos de sol
embriagados con la belleza de afrodita
Entre el silencio y lo sublime del sueño
un pájaro sale del bosque
como un niño con alegría se entrega a sus vuelos
por encima de las montañas en el cenit del cielo
absorto está en los matices de las pinceladas de la vida
ve mórbidas miserias con aterradora profundidad en el egoísmo
la luminosidad del clamoreo de solitarias campanillas purificando
miasmas cuyos pensamientos se tejen con el lenguaje del universo
divino licor que las mantiene colmando los espacios
de su entorno con amor
Me despierta el olor a otoño que se aspira en el ambiente
entre las ramas se pasea despojándolas de su vestimenta
va ascendiendo como una sabana trasparente
que todo cobija de sus colores ocre y grana
hasta el más lejano limite
envuelven en el vaivén del canto silvestre
que se encuentra caldeando el manglar
La luz chapotea con distinto color
unas nubes intrusas queriendo irrumpir en la bóveda azul
con sus carcajadas de lluvia que semejan lagrimas
pues el sol pues se niega a retirase de su trono
ya que se encuentra seduciendo
las rojas tejas de los vecinos techos
En la estrecha mesa reposa la historia
que comienza con palabras exangües
remedando un tono de voz melancólico
para luego purificarlas
en la profundidad de un amor
que por sorpresa surca la historia
con el redoblar de sentimientos
que acarician la cruel cicatriz
en los cerrados postigo
de la oculta puerta
cuando un día el invierno
se apoderó dentro de ella
Sonetos de amor fueron curando
los mellados bordes en carne viva
con agua fresca de rio místico
donde una falúa de primavera
va surcando con su luminosidad
la tumba cuyo antiguo huésped
eran los sombríos vientos de ira
con olas de mar arisco
Siempre siento hilada mi alma con la naturaleza
con su sonoro sonido que irradia éxtasis
al igual que las alhajas que al cielo
decoran con su luz divina
con los signos que se muestran despacio
para ser absorbidos por los cazadores
en medio del bosque de la vida
pues el universo nos amamanta continuamente con ellos
suspiro ante el laberinto que por delante de mí se muestra
pero mi alma impetuosa no cesara de avanzar
hacia el faro encendido colmado de amor
Xiomara Beatriz
domingo, octubre 17
Páginas blancas en el mar azul ...
Páginas en blanco en espera de ser por el grafito coloreado
mientras miro el mar con sus alegres olas de deliciosas caricias
penetrar en el vientre con desaforada vehemencia
a la orilla que ansiosa lo espera
voy delineando puentes entre la telaraña del pensamiento tuyo y mío
que ahora son vocablos como hileras de zapatos insurrectos
queriendo ser con danza ordenados mientras el carboncillo se mueve
van prosperando como elementos en la arquitectura de los edificios
formando una maraña de ecos revoloteando
como las hojas en el sendero vestidas de otoño
Hay espacios vacios que se niegan enigmáticamente
a ser atiborrados del tono gris
mientras canoas de frases vestidas de primavera
se deslizan suavemente en el lago placido del papel
se azota el grito del viento en el manso vestido
mientras la suavidad de la arena blanca invade mis pies desnudos
el sol ríe en mi piel con embriagadora sinfonía mientras las nubes intentan profanar
Las gaviotas parecen las velas desplegadas de un barco
que navegan en el azul del cielo
inmensurables espacios génesis de tantas maravillas
mi corazón en tímida confidencia al mar le cuenta
todo lo que me remueve el alma
soplan burbujas con desvergonzada risas del pasado y el futuro
sobre una verde manta a mi lado
gloria de la infancia que se lanza entre los brazos amorosos
del dulce agasajo de la vejez
mientras la plegaria de la vida se regocija en ellos
sigo mi camino sonriéndole siempre al infinito
por la magia que me entrega cada día.
Xiomara Beatriz
viernes, octubre 15
Con mi mirada retadora conquiste tu alma de trovador...
Joseph McSween
Gota a gota se resbalan suavemente en el cristal restos de lluvia
mientras la luz se ramifica vertiendo su esencia
con su trono esplendoroso sobre el entorno
cuando se exhala aroma a otoño
Despóticamente el va desnudando
a las dóciles ramas de su verdor
mientras la brisa sopla mas fuerte
arrimando las hojas mustias en el camino
ellas se balancean abriéndole pasos
al crujir de los crepúsculos de pies jadeantes
cuando mis pensamientos se desplazan con ultraje
a la distancia con oleadas de amor
Raudales de letras vuelan como encendidos candelabros de bronce
en el fresco ambiente hálitos bogan en el mar del cielo
hacia el viejo mundo desde de la profundidad
del bosque de mis sentimientos
las estrofas no vacilan como inquieto navío a tu puerto llegan
despertando el reverberar de tu piel cuando se apareja
con mi alma soñadora
Abierta transgresión a la belleza impúdica de la vida
con voluptuosa inspiración pujante se acercan a ti
como soles de estío que se arrastra
hacia el sur de tu geografía
cual joven gitana acariciando su gato
recorriendo sus formas
mientras la aurora atrevidamente
desea desperezarse en la espesura
del oculto jardín
Borrasca de luminosos soles se posan en las flores
ansiosas del néctar de las palabras susurradas
que caen vistiendo la piel desnuda
mientras bóvedas azules
queriendo devorar con la antorcha enardecida
los antiguos claustros
ahuyentando la frialdad de su tumba
con deliciosa complicidad
del canto libre del enamorado ruiseñor
que embellece a los muros con
su tránsito sublime hacia el cielo
mientras se agitan las alas de la mariposa.
Xiomara Beatriz
Gota a gota se resbalan suavemente en el cristal restos de lluvia
mientras la luz se ramifica vertiendo su esencia
con su trono esplendoroso sobre el entorno
cuando se exhala aroma a otoño
Despóticamente el va desnudando
a las dóciles ramas de su verdor
mientras la brisa sopla mas fuerte
arrimando las hojas mustias en el camino
ellas se balancean abriéndole pasos
al crujir de los crepúsculos de pies jadeantes
cuando mis pensamientos se desplazan con ultraje
a la distancia con oleadas de amor
Raudales de letras vuelan como encendidos candelabros de bronce
en el fresco ambiente hálitos bogan en el mar del cielo
hacia el viejo mundo desde de la profundidad
del bosque de mis sentimientos
las estrofas no vacilan como inquieto navío a tu puerto llegan
despertando el reverberar de tu piel cuando se apareja
con mi alma soñadora
Abierta transgresión a la belleza impúdica de la vida
con voluptuosa inspiración pujante se acercan a ti
como soles de estío que se arrastra
hacia el sur de tu geografía
cual joven gitana acariciando su gato
recorriendo sus formas
mientras la aurora atrevidamente
desea desperezarse en la espesura
del oculto jardín
Borrasca de luminosos soles se posan en las flores
ansiosas del néctar de las palabras susurradas
que caen vistiendo la piel desnuda
mientras bóvedas azules
queriendo devorar con la antorcha enardecida
los antiguos claustros
ahuyentando la frialdad de su tumba
con deliciosa complicidad
del canto libre del enamorado ruiseñor
que embellece a los muros con
su tránsito sublime hacia el cielo
mientras se agitan las alas de la mariposa.
Xiomara Beatriz
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