Fotografía Xiomara Berrios
Las musas me envuelven con su magia
danzando unas veces en silencio
ellas van tratando de alcanzar
el rubor de la aurora
del verbo de sinfonías
luminosas
que me provoca
la rima del latido
del amor que me nutre...
O se sumergen
detrás de los salvajes
caballos blancos
hacia el templo de Poseidón
donde la tristeza muchas veces
me ha querido recluir
pero las Náyades
tiemblan ante la música
sublime del alma
arrancándome
del salado viaje
del Hades
para purificarme
de su fuente
de agua dulce...
Gea entonces me acuna
luego de las acrobacias de Eolos
que en suaves movimientos
va secando
los senderos de lluvia
en mi rostro
con su ternura
mientras Afrodita
me promete pernoctar
para siempre dentro de mi ...
Y
vuelve el poema con fuerza
a susurrar vocablos
mientras gotitas de brillo
cubre mi nuevo vestido
de verde de esperanza...
Xiomara Beatriz