La taciturna lámpara arrulla con su luz mis letras
me voy entregado al poema bebiendo ávidamente de su esencia
como viviente pluma el se conduce en el acechante laberinto
la noche con su fanfarria a la pálida luna se muestra
el gato escapa con un discordante chillido
satura los rezos el templo
ángel de la alegría ven a esta región de muertos
vagones de angustia en ella transitan
fiebre de ávida glotonería padecen…
Intento no caer en la trampa
cuando un burlón paisajista el esplendor del paraíso
en la tela sonriente empapa con perfecta claridad
hago caso omiso a los señuelos del sachet envenenado
mi corazón se ahoga en la melancolía
el mármol con su fría belleza le hace marco a la soledad
un gran ángel de bronce el tiempo espera
donde el amor no se invente…
La fatuidad con sus ajuares de seda me acaricia
la natura con su inspiración me rescata
las húmedas brumas del pantano disipa
adivina mi ardiente corazón flotando entre turbias aguas
moribundo el fatuo mundo de mi se aleja
el ocaso y la aurora se juntan
me inclino ante su belleza
sobre mi vientre danza
nuevamente la vida …
Xiomara Beatriz