Xiomara Berrios
El azul plácidamente me espera abriendo sus brazos
como si la balada del tiempo no hubiese escuchado
van floreciendo mis huellas en la blanca
arena
ya no recuerdo el tiempo de espera
pues la dulzura del sol se desliza en mi rostro
mi corazón palpita cuando siento la belleza de la isla
…
Las sombras ahora están arrinconadas
como pájaros callados en las ramas
pues saben que pronto a otros horizontes tendrán que volar
ingrávida como una caricia la ola humedece mis pies
las campanas de la sonrisa salen del ensueño
se pierden en la algarabía de mis emociones
mientras respiro el pensamiento del alma de las flores
…
El mar en su diván sostienen todos los colores del
mundo
mientras el sol
se despide con rubor
del abanico de nubes que ahora le besan
debajo de mi la tierra canta
me envuelve de su energía
se pierde en la mía
la agitación de las olas
las aves gorjean
no hay ruptura de un mundo
para abordar el otro
el silencio
el piano
las antiguas primaveras
todo al unísono en mi
despierta…
Xiomara Beatriz