Brooke Shaden
Vuelve la lluvia a desfilar en el cristal
el enamorado amante se levanta
sintiendo aun el vivo fuego
en los jónicos balaustres del deseo
el incienso de las sábanas se convierte en poemas
la frase se estremece con el torbellino de las
emociones
el atavío del amor en el lecho descansa
el murmullo del río cual Mozart dulcemente los arrulla
mientras la luz de las velas se balancean
mientras la luz de las velas se balancean
en una extraña danza sobre su pálida tela
El vaivén de la pluma en la penumbra se desliza
el hilo de la manta se impacienta mientras
el espejo maldice el trueno que el relámpago agita
las gafas apátridas no dejan de la nariz resbalarse
el alfabeto despierta derrotando la virginidad
el mundo de pronto respira en el costado izquierdo de
la nuca
sus dedos visten de primavera el talle de la cintura
reclamando el nuevo auge de la selva
donde se hospeda la vida
donde se hospeda la vida
El río ya no es río
es un desquiciado trovador
que frenéticamente se impulsa al mar
las almas se elevan en ardorosa entrega
la lluvia sigue buscando la tinta negra
mientras se continúan agitando las puertas .
Xiomara Beatriz