Amante de los claustros
glorifica las semillas de la vida
con el fuego del tizón
de cuyo arrebato se van calentando
las humedecidas criptas
atravesando los postigos
bajo el nocturno rayo de la luna...
Sangre que habita encendida
en los labios como amapolas
cual ave de rapiña
él quiere con lujuria
al sol negro devorar...
Giran los inciensos
con sus astrales deleites
reveladores de la orgía
que va estremeciendo a la ofrenda
en sus singulares oquedades...
Mientras la sombra escapa
temerosa del albor que se irradia
cuando los tesoros secretos
son salvajemente fondeados
pero como bestia regresa
a saborear de su presa
del estío que ella desprende
y enajena por completo
sus salvajes sentidos...
Mientras mi mano escribe estos versos
él ya versa lentamente sobre en mi nuca
buscando dejar el papel de mi palabra desnudo
ansiando escribir con su boca en el fragor de mi erizada piel
mientras la vestidura se rinde ante sus manos
deslizándose al piso
con total libertinaje ...
Xiomara Beatriz