lunes, septiembre 5

Simplemente extraño la Isla ...


 Isla del Carmen, México.


Tengo una tristeza tan profunda
intento suicidarla en el horizonte
donde duerme el sol que no veo
quisiera mandarla a cantar a otras llanuras
que sea el exilio su hogar
pero ella marcha conmigo en silencio
velando mis escritos
empapando la tinta con su agrio dulzor
deambula en mi sombra

Siento su desfallecido
su aliento en mi nuca
enfríando mis venas
de su invierno


Intento rescatar la belleza de mi vida aquí
pero el pensamiento es altanero
eclipsa cualquier intento
relámpagos de nostalgias me aturden 
la hierba salvaje que todo lo vestía con su verdor
la afable expresión de los rostros morenos
las naves que partían con alegría y se alejaban
como luciérnagas en la noche
el galope del sol
que despertaba los aromas a flores
 a ceniza de cal en el maíz
el beso salino del mar
las aves que surcaban 
en toda su majestad el cielo
la luna perfumando mi balcón
mientras alguien a lo lejos
rasgaba las cuerdas de una guitarra

Ahora me abrazo a la nada
que me promete eternidad
pero me sobresalta las sacudidas
de manos que no aprietan
sino acarician con ternura
me instan seguir caminando
con los pies embarrados de primavera
en medio del lodazal que a veces parece la vida


Xiomara Beatriz


sábado, agosto 27

Tejiendo el silencio...




La helada aguja de la soledad
me cose y me descose a su antojo
la música no puede ser enjaulada
pues mermarían la cosecha de sus notas
rimas confusas van ardiendo en el pergamino
cuando la aurora sofoca
este silencio tan vago
tan penetrante.

Xiomara Beatriz

lunes, agosto 22

Bajo el azul sinfín...





La arboleda vestida de pájaros despierta cantando
mientras en la garganta del cielo
irrumpe la melodía del sol
una esquela de amor comienza 
a escribirse en solitario
bajo el árbol que la tutela
sus dedos recorren la corteza seca
donde brota constantemente la vida de las palabras
ser ave…ser flor…ser brisa
que intenta  avivar la llama 
que se apaga en la ignorancia…



La mirada se colma de ese lenguaje de la natura
nadadora de lo etéreo escucha cuando las nubes 
se ríen navegando plácidamente bajo el azul sinfín
o se quejan enardecidas llenándose de tormentas
mientras 
observan lo grave de los vocablos vacíos
dichos alegremente oxidados antes de nacer
en el olvido…



Ya cae la tarde callando el verso
con temblor lava su rostro en el agua cósmica del añil del cielo
sus sentimientos vuelan entre el almizcle de lo infinito
pues ella no elige permanecer en corazones desiertos
que se rehusan reverdecer la tierra hambrienta
de la tórrida vida que los busca…



Xiomara Beatriz