sábado, octubre 1

Madrugada...






Los siglos se dibujan en las estrellas mientras camino
la bohemia canta en las callejuelas con notas de guitarras
el viento se esconde en la falda creo le teme a la monotonía
el talón descalzo alegre busca la madrugada en la blanca arena
serenata de luces se divisan en la oscura bóveda
 donde cuelga la luna


 Como agua viva te insinúas en el lecho de las miradas
sin vanos discursos te acercas a mi seducido de pasión
la ciénaga se impacienta mientras el silencio deja su desierto
acechando el vértigo cuando los dedos dejan vestigios de sol
el errante oasis de tono bermejo erradica la soledad


 Arreboles en la tez cuando avanzas sin pausa
los ecos de la eternidad se inundan
bajo el dominio de tu natural en el atavió de la reina afrodita
la dulce alborada avanza sobre los balcones
libre de vestiduras
los astros contrarios se abrazan
el cielo estalla en un sublime fuego
que consume a el Ícaro
en el abismo.


Xiomara Beatriz