El reloj gira sus manecillas
la calle esta hambrienta
se amontonan los pasos
el taciturno lenguaje atiborra los
sentidos
la mortificada luz el silencio
exorciza
descarriadas nubes de tinta el
papel acosa
se agrieta la soledad…
Danza tu sombra en la penumbra
como el insecto sobre el cristal
de la lámpara
persiguiendo la profecía del fuego
la frase termina la tinta
el vestido al viento escucha
y dejo entrar la noche
al sol de mi locura.
Xiomara Beatriz.
11 comentarios:
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Esa noche parece deliciosa.
A que si?
Besos.
Bella poesia.
La noche y la locura siempre se complementan
¿Cuan será ese sol? Debe brillar con fuerza por los resultados.
Hace tiempo que no pasaba por aquí, espero estés bien amiga.
Saludos cariñosos.
GUAU... HAY UN AUGURIO MUY FASCINANTE AL CIERRE DE TU POEMA.
BESOS
…Persiguiendo la profecía del fuego…
Para ser noche que habite la locura, los sentidos…que rompan la soledad…
Un cálido abrazo Xiomara.
Intrigante tu poema, me ha encantado, Xiomara, sobre todo la frase: -daza tu sombra en la penumbra-
Un beso.
La calle está hambrienta. Esta frase, como todo el poema es, sencillamente, fascinante.
Un saludo
Mario
Hola, que tiempo amiga, y pasar por aquí hoy ha sido maravilloso!!
wouwwwwwww que noche!!
saludos,
Ali
La imagen de la noche entrando al sol, es una locura. Saludos.
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