Александра Кириевская.
Mientras mira el mar que se aleja los muros del silencio la llevan a la tumba…no hay oro que pueble las tinieblas…la barahúnda le arrastra como viento violento que arranca de cuajo el tronco…no sabe si esta despierta o dormida cuando sucumben las palabras bajo los dedos inquietos…queriendo construir una selva que le lleve de nuevo a su cueva…
Se fue lejos dejándola sola en este castillo de cristal…entre selvas de quimeras…donde el descalzo pie solo toca el frió mármol…donde no hay urgencia…ni sosiego…pues todo se reduce a subsistir cada día entre la caja de cristal sin ventanas…como pájaro arrebatado del mundo al que pertenecía...
Los puentes están cayendo mientras el sonido sordo de los hierros hieren el silencio…ya no hay buque…ni puerto…todo es incierto…inmovilizada de tristeza…con los hombros caídos…con la mirada que sigue hipnotizada intentando ver la nave perdiéndose en el mar del olvido…ya su alma no sabe ...si ya esta despierta o solo vive en una eterna pesadilla.
Xiomara Beatriz
Mientras mira el mar que se aleja los muros del silencio la llevan a la tumba…no hay oro que pueble las tinieblas…la barahúnda le arrastra como viento violento que arranca de cuajo el tronco…no sabe si esta despierta o dormida cuando sucumben las palabras bajo los dedos inquietos…queriendo construir una selva que le lleve de nuevo a su cueva…
Se fue lejos dejándola sola en este castillo de cristal…entre selvas de quimeras…donde el descalzo pie solo toca el frió mármol…donde no hay urgencia…ni sosiego…pues todo se reduce a subsistir cada día entre la caja de cristal sin ventanas…como pájaro arrebatado del mundo al que pertenecía...
Los puentes están cayendo mientras el sonido sordo de los hierros hieren el silencio…ya no hay buque…ni puerto…todo es incierto…inmovilizada de tristeza…con los hombros caídos…con la mirada que sigue hipnotizada intentando ver la nave perdiéndose en el mar del olvido…ya su alma no sabe ...si ya esta despierta o solo vive en una eterna pesadilla.
Xiomara Beatriz