
Traspasar las suaves túnicas que como niebla mantienen sus alas plegadas…el aroma enrarecido del pasado…ella queriendo ser siempre instrumento del viento…vibración del tambor…ser curva…en el infinito universo…ser verso que al mar contempla queriéndose empaparse para ser poema…es tarde en la noche…con la certeza del día que ya acaricia…a lo lejos es verano…formas de arboles que se enlazan en frenética danza de los celestes infiernos…
Angosto el camino que lleva al jardín…el haz de luna lo alumbra…brilla pero al instante se pierde entre las acechadoras sombras que quieren confundir…la aurora en el interior no consigue develar todos sus secretos en la piel de la crisálida…el tambor resuena con afán…el almizcle se disemina buscando a todo con su aroma empapar…un gato se asoma como la duda…en el arena húmeda del camino se van dejando caer todo lo que se ha almacenado… incluyendo la túnica…la lava ardiente no puede estar para siempre sepultada en las extrañas de la roca…
Olas azules…púrpuras…doradas…se divisan sobre ellas ...los pájaros cantan en la bóveda celeste…eco de su voz…las voces que el viento arrastra…las hojas vacilan para al fin con amor entregarse…solo los pies descalzos pueden recorrer el camino…exuberantes orillas hacen que el corazón estalle… pues la ninfa se despoja de su mortaja mientras el sol en la colina va madurando…
Xiomara Beatriz