El clima se muestra extravagante
nubes vestidas de negro ocupan el pensamiento del cielo
desgarradas luces centellean ávidas del paraíso de la isla
germinan versos en el laberinto de la colmena
como una cortina de agua abriga lujuria
sobre los impúdicos techos
Riman las gotas en los rendidos pámpanos
cuando se tropiezan versos en la encrucijada
pues el alma viaja sin festón levantado que fascine la mirada
un antiguo libro declama oculta poesía
otorgándole melodía con antiguas silabas
empapadas de exóticas fragancias
Se despiertan los postigos de la pasión devoradora
cuando se sacude el cascabel en el jardín iluminado por el sol del deseo
el implora llegar al sosiego al unirse a la ciénaga preñada de calores
mientras los ecos de los corazones
agitan el rosa pálido de la piel desnuda
Ignoradas bellezas en las notas del universo
se despliega ante la impetuosa danza
plagada del voraz apetito
engendrado por los dioses
engendrado por los dioses
cuando el galope del cielo
abre el pórtico de los secretos
Donde crecen árboles singulares
con las voluptuosas trovas
que en la selva aromática se susurran
cuando tu hálito y el mío
al fin se topan en el exuberante universo.
Xiomara Beatriz