jueves, diciembre 2
Este extraño amor...
Veneno que a mis venas enciendes de pasión...quien con sus letras le arrebata con ardor el camisón al corazón...en el infierno aullante de deseo lo arroja...hipócrita seria si te dijese que no me deleito en el designio que me hizo conocerte...una butaca de suave tela frente a la chimenea...acuna mi cuerpo que el claro de luna sutilmente baña...la noche amamanta mis pensamientos...como un nido de víbora los sentimientos se sacuden queriendo salir al mundo en una esquela de amor...incitante...vaporosa...reflejada en metáforas que tu bien entiendes...pues la sobornas con galantería para que el secreto te revele...arrastrando tus manos de forma seductora...ingenuos vocablos que sucumben a tu particular hechizo...danzan en un vals en tu mirada...mientras bebes enardecido despojando de mis labios el rojo licor del vino ...que enamorados...se entregan...
Mi alma con voluptuosidad te inunda del sabor a tentación...quieres escapar al ver le cisne en el lago...ese que desea recorrer los senderos desconocidos del poeta...para irlos trenzándolos con los míos...invitarlo a levitar en el abismo de latidos de nuestros corazones...a devorar las lunas de mi universo hasta llegar a la perdida diadema donde se engastan los placeres...para sentir el remar en su barca hasta llegar a mis entrañas en medio de la tempestad...mírame!... soy buena nadadora pero desfallezco en tu ola...en los confines de tu astro que en libre vuelo despierta el lenguaje mudo del amor...
Xiomara Beatriz
miércoles, diciembre 1
Luces y sombras...
Metin Demiralay
Comienzan las nubes a murmurar cuando al balcón me asomaba
la brisa picara desnudaba las piernas que las manos aferraban a la tela
quería escribir sobre lo feliz que me hacia
percibir que en un querido pero lejano corazón
que se creía yermo
el querubín del amor ahora revolotea
sintiendo como el alba lo abraza
lo lleva al bosque que musita voces
que solo se escuchan con el corazón lleno de amor
demoliendo los fríos muros de hormigón que lo protegían...
Veía con deleite como a la laguna él se acerca
sorprendido al ver que en su reflejo
ya no se alberga el rictus de muerte
el acechador de sueños se ha ido
y sonríe al ver como su cuerpo
extrañamente centella
ante el agua que está viva
y le cantan versos nuevos...
Pero un perfume de nostalgia me martiriza
al evocar en esta noche de insomnio
al valle acunado de montañas
donde por primera vez fui arrojada a la vida
allí las golondrinas han huido ante el gemido del cielo
que no para de llorar inundando pueblos
desbordando los cauces de los ríos
y en la violenta miseria
se afianza ahora
sin compasión...
Entonces el sonido de la melancolía en el verso
retumba con más fuerza
la mirada de lluvia empaña el cristal
cuesta respirar ante el dolor
cuando no se comprende
que algunos sueños no pueden ser alcanzados
que algunas crisálidas se quedaran en el capullo
se siente amargura en la boca
la agonía al teclear el poema
mas el viento de la esperanza dispersa la tristeza
la arrastra para arrojarlas en el olvido
no es tiempo de claudicar
es entonces que comprendo
que el sol debe vence a el lúgubre corazón
inundándolo de esperanza
de los claros trinos
que debemos vociferar
para poder contagiarlos de la fe
que juntos las angustias de un país
aun en los negros inviernos
pueden ser vencidas...
Xiomara Beatriz
Comienzan las nubes a murmurar cuando al balcón me asomaba
la brisa picara desnudaba las piernas que las manos aferraban a la tela
quería escribir sobre lo feliz que me hacia
percibir que en un querido pero lejano corazón
que se creía yermo
el querubín del amor ahora revolotea
sintiendo como el alba lo abraza
lo lleva al bosque que musita voces
que solo se escuchan con el corazón lleno de amor
demoliendo los fríos muros de hormigón que lo protegían...
Veía con deleite como a la laguna él se acerca
sorprendido al ver que en su reflejo
ya no se alberga el rictus de muerte
el acechador de sueños se ha ido
y sonríe al ver como su cuerpo
extrañamente centella
ante el agua que está viva
y le cantan versos nuevos...
Pero un perfume de nostalgia me martiriza
al evocar en esta noche de insomnio
al valle acunado de montañas
donde por primera vez fui arrojada a la vida
allí las golondrinas han huido ante el gemido del cielo
que no para de llorar inundando pueblos
desbordando los cauces de los ríos
y en la violenta miseria
se afianza ahora
sin compasión...
Nómadas sin tregua son arrastrados
por las violentas olas del mar del odio
que blasfeman constantemente a la orilla
exiliando el
paraíso del amor en sus idílicas
arenas
hieren al corazón las voces
desgarradas
desdeñadas por la
desidia de los buitres
que antes ofrecían
techos de oro
falsos flautistas
con rima disonante
que los van guiado
a la perdición
del tenebroso
barranco ...
Entonces el sonido de la melancolía en el verso
retumba con más fuerza
la mirada de lluvia empaña el cristal
cuesta respirar ante el dolor
cuando no se comprende
que algunos sueños no pueden ser alcanzados
que algunas crisálidas se quedaran en el capullo
se siente amargura en la boca
la agonía al teclear el poema
mas el viento de la esperanza dispersa la tristeza
la arrastra para arrojarlas en el olvido
no es tiempo de claudicar
es entonces que comprendo
que el sol debe vence a el lúgubre corazón
inundándolo de esperanza
de los claros trinos
que debemos vociferar
para poder contagiarlos de la fe
que juntos las angustias de un país
aun en los negros inviernos
pueden ser vencidas...
Xiomara Beatriz
sábado, noviembre 27
El arte voraz de tus versos...
Vamos entre la vida y la muerte
a veces sordos ante el canto del alma
retándonos siempre con la mirada de fuego
cerrando y abriendo ventanas
suspirando cuando nos respiramos
siempre en plena combustión de amor
locura y ternura...
de mis pecados eres el mas divino
pues juntos desnudamos la poesía
nutriendo la trova de lenguaje
de sombras y luces
aves en exilio
eso somos...
Sabes que mis labios siempre buscan las márgenes de tu boca
aun en las tinieblas de tu embriagadora nitidez se deslizan
en la desierta suavidad de la piel de tu rostro
bebiendo vehemente de tu aliento
mientras detrás del cristal
sigue sonando la melodía de la lluvia
los sentidos se sumergen en el soplo de la avaricia
cuando tu velero navega en la ensenada estremecida
del embeleso y locura
que por ti alberga...
Aurora y crepúsculo así coexistimos
entonando con erupción salvaje los torrentes de versos enlazados
con los zarpazos profundos que liberan el grito ahogado
de la pasión pues ella se quita el velo del sofisma
cuando mi alma toca tu piel
la pagana música de tu fuego
habita mi templo
con el voraz incendio
de tu amor...
Xiomara Beatriz
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