La noche baña el pueblo normalmente apacible…pero ahora está excepcionalmente sacudido por aterradoras visiones…el mar fallidamente intenta avasallar con su tranquilizador eco las oscuras calles…ella sube las escaleras sintiendo que una mirada constante sobrevuela su espalda…gira para ver esos ojos que presiente sobre si mientras las ventanas escupen una tétrica melodía…un vago susurro de su memoria comienza a florecer sintiéndose indefensa como cuando no conocía la alegría…ni los domingos ocupaban su existencia…el galopar del potro brusco de su corazón retumba debajo de su piel…sus labios balbucean una canción para apaciguar el miedo pero igual que los remos del barco se rompen ante la tormenta…así su efímero sosiego se desvanece…
La cetrina luz disputa débilmente su reinado ante las sombras…miles de conjeturas se enredan en su mente…vacilante sigue su camino a la puerta que la llevara a la azotea…de pronto en la cima...la bofetada del viento abre la puerta con violencia como un fantasma que azota bruscamente con su gélida letrilla…todo lo puebla…tiembla aun absorbida por las sombras que deja atrás dibujadas formas en las paredes igual que amenazantes chacales...el tiempo ya no le parece el dulce tic tac de un reloj…sino el balanceo de una hoja de guillotina que pende sobre su cuello…las aves que duermen en el alféizar se ahuyentan por un sordo ruido que se escucha …engendrado en algún rincón…alza la vista...se encuentra a la luna vestida de sangre esa noche…los arboles silban al pasar el viento a través de ramas…los alegres villancicos de alegría que antes recorría el pueblo la tumba del silencio se los ha tragado..
Se asoma a la arista pero los escupitajos de la realidad salen del fondo desvaneciendo la quimera bajo la batuta del gehena…carcomiendo la mirada con ferocidad…huye topándose con la bestia que la reta…la rodea resoplando fieramente sobre su corona mística…intentando trenzar con sus dedos mortales...amargos abismos en ella…la mira con sus ojos igual que pozos oscurecidos…exhalando dolor…ella quiere alzar el vuelo…pero él la atrapa...le impide marcharse con sus aterradoras alas negras...la rodean…ella grita invocando a los reyes del azul…cuando siente las miasmas mórbidas que eminentemente quieren beber su luminoso licor...en el súcubo de su alma la eternidad despierta corre en oleadas como sacras sílabas antiguas…tomando implacable de nuevo su reinado …el puño despótico de la bestia en su cuello se desvanece…se aleja junto su nauseabundo perfume…el trueno y la lluvia aparecen lavando la luna que vuelve a resplandecer iluminando el jardín que invita a mirarlo desde la alturas…se vigoriza el aroma a jazmín y sándalo y vuelve a ver los frutos bermejos del amor que cuelgan del árbol de la vida.
Xiomara Beatriz.
"Sin importar que sea la realidad o la imaginación los miedos se enfrentan desafiando la palidez de su tétrico rostro"… Xiomara