Александра Кириевская
Ahora que estoy en otras tierras
sigo con esta sed
mi pensamiento se eleva
escapan las letras de mis manos frías
la hierba escucha atentamente mis suspiros
los pantanos adquieren belleza
me conmueve el ocaso
El gélido viento hostiga la cabellera roja de los arboles
las hojas desfallecen en el camino con un grito de color
el silencio comienza a ser prostituido
un ave curiosa en la rama me contempla
los sonidos de la naturaleza se asoman
como vocablos esotéricos
ante mi
El sol quiere escapar
las horas de clausura todo lo amenazan
habita presuroso la cercana nube
como un libertino amante
se cuela bajo su atavío sin pudor
arrebatándole su nívea inocencia
Ya casi se comienza a correr la cortina negra
murmuran las estrellas
los dedos repasan el relato
los vericuetos dados
rebosa vida al tocar las teclas
los pensamientos se transmutan a signos
impregnado mágicamente el vacío
confinada a otro mundo
lejos del caos
me siento libre.
Xiomara Beatriz