martes, julio 17

No puedo imaginarme...




Antonio Palmieri.



No puedo imaginarme sin tu presencia
que en el fondo de una mundanal ciénaga se esconde,
sin tu voz de búho en medio de la oscuridad
 provocando un babel de emociones
con tus charcos de tinta, como olas temerarias
queriendo despertar la humanidad
que yace bajo hojas muertas



No puedo imaginarme
 sin la lluvia de soles
que florecen en tu sonrisa
sin la gema oculta de tu ternura
 abrazando costas lejanas
 sin tus versos velados
 ofreciendo dicha en la metamorfosis
del amor que en tu alma pregonas
como ráfagas de fuego
  tus enloquecidas resurrecciones
con un torbellino de poesías
colmados de deseos
 inflamados



Año tras año
mis huellas se dibujan cerca de las tuyas
dejando historias de encuentros y adioses
pero hágase el ocaso o el alba
siempre estaremos unidos
 en este teatro que llamamos vida.

Xiomara Beatriz. 








jueves, julio 5

Alas de tinta...





Se agita la brisa en la ribera
las flores lucen mas frescas luego de la tormenta
mi silencio se esconde cuando mil pájaros por doquier resuena
los blancos espacios me miran en busca de mis versos
el insolente azul se asoma cuando el viento arrastra las nubes
palpitan las fragancias cuando el sol las acaricia
escucho el chapotear de los pasos en el centro de la isla
escribo sin cesar mientras en la distancia
extraños ojos hurgan mi alma
galopando sus conjeturas
sobre el índigo de la tinta…


Un cuervo en mi ventana picotea el cristal
entra el misterio como un vendaval    
vuela el pardo papel
mi alma turba con su hechizante mirada
profana el terciopelo con sus tempestuosas alas
 recorre su cantico por caminos olvidados
el tiempo se estanca
vagabundeamos por las entrañas del universo
y
siento como una insólita marea
 de su inmortalidad ahora me viste …


Xiomara Beatriz 

jueves, junio 28

Siempre dices adios...

Felicia Simion ...



Torbellinos de emociones es cada encuentro
nos absorbe la pasión en el antes vacío espectro
perdidos y olvidados
en la morada de la soledad
un día nos arrojaron
 con pólvora de versos en nuestros dedos
 nos arrullamos...




Como ave nocturna
 viniste murmurando un chocante dolor
abriéndote paso entre la multitud silente
recorrí aquellas sombras refugio de dardos
que como murciélagos a toda luz embestían
pero la trampa de tu risa escuche
y
volví a trazar
el oscuro poema... 


Sucedió que mi reflejo en ti descubrí
un teclado con música oculta en clave de sol
un alma en espiral
con caravana de sueños
bordados tercamente en las paredes
en un mundo de atroces metáforas
de rostros que son apenas bocetos
en medio de ese peregrinaje de siniestras profecías
mientras tus ojos y mis ojos se escuchan
vuelves a decirme adiós
en la rueda dentada de la vida…


Xiomara Beatriz