Bajo el gran templo azul…lame el sol la hierba…el aroma a mis sentidos…todo se exalta disparando con el arma profusa de sonetos primaverales…atrás quedan las tediosas campiñas poblada de vanidades cuando se presenta ante mi el esplendor de la natura…languidecen los recuerdos de los muertos vivientes lejos de mi fatigada mente…vagabundas ardillas corren velozmente como pájaros perdidos queriendo alcanzar la bandada…enjambre de grises nubes susurran a lo lejos tempestades…el viento sopla diversas notas de cuerdas mientras la noche se devora la luz en la tierra
Vivo intensamente dicen…siempre al borde de una desconocida sima…que abandona la imagen creada…siempre siguiendo a la divinidad que ofrece su mano fecunda de amor en su morada terrenal …la mirada observa el mirto que todo corona…a pesar de la lóbrega mazmorra que la maldad esparce…resbalan los poemas por doquier aun en la incipiente penumbra…no dejo de escucharlos…de respirarlos…de sentirlos…me hacen cosquillas cuando sus letras juguetean en mi piel formando la frase perfecta…también los percibo en el escalofrío…en las lágrimas…en las voces desiertas de emociones que huyen del dolor
De pronto los atónitos nubarrones comienzan a llorar ante la consumida luz y corro como sonajero ruidoso para guarecerme de la tormenta…me gusta admirar sus gotas cuando se reciben con alegría pues van fecundando la vida…pero otras veces sollozan de pesar y no hay ni un mortal que pueda reconfortar su tristeza…ríos brotan ante su incontenible llanto arrastrando hasta la sombra del inocente ciprés en su lamento…
Pero hoy perfuma en sus gotas alegría de un plácido concierto que me hace volar en la dicha…pues mana la vida ante los sedientos labios que esperan el beso…para mi esa imagen exacerbada de luz y arroyos que resbalan en el cristal me hacen bendecir la hermosura que contemplo tras los cristales…pues para mi eso es también poesía…