Sin brújula el destino se perdió en la carpeta del tiempo
el desvarío de las palabras en el cielo custodia los colores
el balcón de hierro forjado ahora aloja líricas estrofas
el latido de la existencia aturde la aurora
tras noches de iluminadas velas
que vestían la pagina en blanco
absorta la mano ahora empuña
la locuacidad de la pluma
Las nubes pasan sobre mi
como un poema viviente
dialogando con el sol
mis pensamientos escapan
toman la barca hilada de la distancia
naufragando florecen en tu ventana
Te olvido para luego
recordarte de mil formas
en el azul que acuna los nimbos
en la inspiración que flota con aroma a lavanda
en las acuarelas donde trazas el albor al sur con un gemido
dulce emboscada en la callejuela pletórica de pasión
allí donde reina el ágata
y se esmalta la vida
de la paz del madrigal.
Xiomara Beatriz .
