Andrei Graph.
La tinta en el oropel engarzada se convierte en amarga raíz que serpentean hacia las atentas pupilas y solo se escucha el atroz crujido cuando en el alma se sumergen. El ciclo de la noche permanece en tregua allí donde se solapan las manecillas mientras el nardo de los silencios pretende en su limbo seguir teniéndome retenida. Un soplo a mi espalda remueve el vestido rompe la quilla imperceptible que me salvaguarda en su egoísta atrio. La cadena del reloj es otra vez tensada el amarillo florece otorgando múltiples formas mientras el azul suspira sobre mis pies qué ligera es la danza de la madrugada cuando el botón del pasado se ha por fin desprendido.
Xiomara Beatriz