sábado, noviembre 6

El gemido de las cuerdas del violín...

mariana-idzowska

Jadeantes melancolías husmean mi alma
que danzan entre mi primavera
como vals profano se balancea entre mis flores
arrastrando las cadenas del pasado
que lo hace vivir como fantasma ahogado en desconsuelo
se detiene cegado por los botones plateados de mi vestido...


Se acerca catando mi cabello
que retira suavemente de mi cuello
persiguiendo su curva con sus labios
recorriéndolo hasta el arco del hombro...



Un sonajero ruidoso el corazón parece
mientras entreabro los labios
queriendo beba la miel
que en mi habita
sus ojos espían los míos
en buscan de notas de estíos
los susurros se escapan sin cesar
que nos alejan del féretro de la vida...


Leve aliento a la suave rosa
saca de su lúgubre luto
cuando su caricia la turba
mientras desata lazos con divinidad
queriendo entrar a mi morada oculta
donde el agua mana
resbalando en las entrañas
a la sombra del ciprés ...

Danza que se gesticula al son de un arco
que apasionado roza las cuerdas de un violín
mientras los lobos aúlla en la profundidad
zarandeando el bosque donde aletean los cuervos
esos que nos llevan al cielo...


Xiomara Beatriz

viernes, noviembre 5

Vagando sin el sol...



El ocaso vocifera su música
el sol estuvo hoy agazapado
en la copa de los arboles
el viento se mueve sin cesar agitándolas
pienso que sería moverse con el viento para llegar al sol
pues hambrienta de él me encontraba
como las raíces que a la tierra se aferra
en la tormenta evitando la masacre del exilio...

Luz porque te escondes y a la cita no vienes
reflejándose en mi rostro con la alegría de tu cántico
te escabulles de los capullos como amante
dejando ráfagas de melancolía
alcanzo a ver mar donde antes caminaba
devorando los zapatos rojos de la orilla en silencio
que deje olvidados o seria un premeditado regicidio ...



Mis ojos se avivan ante mi alma soñadora esa que se balancea
entre los faroles y la profundidad de las oscuras calles
viendo la luna asomarse y las gemas a bordar el negro terciopelo
un deseo me atrapa salvajemente impregnándome de la lujuria
de mi corazón que con viva voz te llama como antorcha viva
buscando el oxigeno con ímpetu que de ti emana ...



El silencio es roto ahora por la pluma que se desliza
humedecida de sentimientos al llegar a casa
como pincel ansioso de pintar los suspiros
ante el paisaje que en el lienzo quiere atrapar
moteando con prontitud los colores del ensueño
al tratar de crear un poema que vaya delineando el cuerpo
que en anhelante afonía te espera...



Deseando declamar luego versos seguramente antes dichos
pero con matices diversos con mis líricos labios
para ir iluminando lo oscuro en retadora osadía
haciendo que el fresco aire otoñal
se convierta de pronto en plegarias
del soplo estival...

Xiomara Beatriz

lunes, noviembre 1

No sé cómo decir adiós...





Bucólicos senderos recorro alumbrado por faroles
el olor de la isla huérfano de mezquindades 
nunca lo olvidare
meditabunda lo recorro grabando en mi memoria
cada detalle temerosa de que se borren un día
un espasmo de tristeza me recorre
como un largo beso de despedida
y sigue soplando el viento
 por todos los flancos
converso con él mientras la noche
es sacudida por el canto de ranas
hay un barullo de agitación 
enardecido por las
celebraciones...



No sé cómo decirle adiós 
me embriaga su ambrosia
pero siempre seré una peregrina 
cantándole al amor
será que me recuerden las aves cuando me vaya
o la caricia del mar en la orilla extrañe mis huellas
habré sido capaz de dejar hogueras
 perennemente encendidas
 en algunos corazones que he conocido
por los cuales siempre me sentiré bendecida...



Me detengo a contemplar unos chicos que ensayan
queriendo arrancarle notas a sus instrumentos
sonrió al verles ajenos  aun de comprender
el desafío de la vida
 celebrando la muerte con entusiasmo
tiembla la piel comienza a refrescar
 me envuelve
la fragancia de inciensos 
mientras brilla la luz sobre el canal de agua...


Habrá aguacero en mis ojos 
cuando deba decirle adiós a la isla
como le he dicho a tantas tierras 
miradas de ternuras
manos pequeñas
almas debilitadas
que he visto como fortalecen ante el amor
dado sin medida y sin esperar nada a cambio..


Dulces cantos se acunaran por siempre en mi corazón
lleno de extraños sueños 
donde los soles danzan abrazados a la luna 
y la melancolía son ramas que alegra el rio de miel 
que nutre los campos llenos de versos ...

Xiomara Beatriz                                                      


México Fotografia Xiomara...