sábado, mayo 9

En memoria de tía Esperanza.



Celia Anahin

El incesante pataleo de las manecillas del reloj
al exuberante silencio aturde y la calzada continúa ataviada de la nada
mientras en prosas las nubes viajan sobre el lecho de las colinas
el rictus de tu ausencia en el agónico horizonte se percibe

 Divaga un sueño entre las confundidas tonalidades del ocaso
las gardenias inquisitivas en el confesionario liberan su fragancia  
se acrecienta la belleza de las estrellas al llegar la penumbra
me seduce este breve lapso del tiempo
donde la luna con sus historias nos hechiza

Te imagino con tu dulce sonrisa de manzana en tu nueva morada
la simiente por ti engendrada ,todo en mi vida ilumina
se dibuja en el arco iris que me abraza por la mañana,
en la rosa que me tomó de su mano con sus ojos de tiernas peonías,
en el triunfo de la primavera que cada día con sus carcajadas me sacude

Tu alma será inmortal
llevando las verdes alas de perpetua juventud
 enlazadas con tus dulces cánticos de oficiante
contigo no supe que era el enojo, ni la fatiga del amor compartido
las sombras enmarañadas en mi se disiparon con tu amanecer

Se que mas allá del valle de las siete colinas
 de las resonancias del río que siempre te cortejaban
 ahora eres música en la tierra donde no se olvida
eres la visión que me da sosiego
la que me pide seguir adelante 
y sin dejar de la tristeza marchitarme
pues tu amor para siempre conmigo vivirá.

Xiomara Beatriz




jueves, abril 2

La oscura sentencia.


                               Antonio Palmerini.

El eco de las palabras
que atónita escucha
carcomen ferozmente su alma
la dicha se resbala de los labios
más allá el sol mordisquea una nube
mientras la sangre de miedo se congela

Sus ojos afligidos tienen atragantado un grito
el espejo intenta dialogar con su rostro abatido
sortea en el callejón rebosante de viandantes
la silueta de la puerta conocida le ofrece salvación

¿Y ahora que hare con esta oscura sentencia? 
Se pregunta mientras solloza sobre el frío ventanal
la noche consume sosegadamente el azul naranja
el viaje es impostergable,ya no espera nada
pues el mundo súbitamente se ha convertido
en un rectángulo.

Xiomara Beatriz.

martes, noviembre 6

El botón del pasado.




Andrei Graph.


La tinta en el oropel engarzada
se convierte en amarga raíz
que serpentean hacia las atentas pupilas
y solo se escucha el atroz crujido
cuando en el alma se sumergen

El ciclo de la noche permanece en tregua
allí donde se solapan las manecillas
mientras el nardo de los silencios
pretenden en su limbo seguir reteniéndome

Un soplo a mi espalda remueve el vestido
rompe la quilla imperceptible
que me salvaguarda
en su egoísta atrio
 
La cadena del reloj es otra vez tensada
el amarillo florece otorgando múltiples formas
mientras el azul suspira sobre mis pies 
que ligera es la danza de la madrugada
cuando el botón del pasado
se ha por fin lo ha desprendido.

Xiomara Beatriz